Nota publicada online
El próximo 10 de julio Ides Kihlen cumplirá 103 años. Estudió lo que amaba: pintura y música junto a grandes maestros como Pio Collivadino y Vicente Puig; frecuentó los talleres de Batlle Planas, Pettoruti, André Lhote en París y, mucho mas tarde el de Adolfo Nigro. Estudió Historia del Arte, visitó museos, pintó y vivió su mundo. Sus obras no tuvieron títulos ni fechas; muchas de ellas quedaron en el camino. Su pintura académica por cerca de veinte años tomó un giro total hacia la abstracción a principio de los 80, permitiéndose una libertad cada vez más arrolladora.
Fue en 2002 cuando realizó su muestra consagratoria en el Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires y, a partir de ese momento, su obra recorrió distintas latitudes y hoy forman parte de importantes colecciones.
Desde Arte Online compartimos sus reflexiones en estos tiempos de introspección obligada.
“Para mí cada día de esta cuatrentena es como cualquier otro. Pinto desde que me levanto y, cuando se va la luz, toco el piano y compongo música.
Sólo me preocupa la tristeza de los demás y la impotencia frente a esta pandemia. Trato de no pensar demasiado y me sumerjo en mi pintura para seguir adelante.”
Ides Kihlen abril 2020
Obras donadas al Mamba
Son característicos en sus pinturas los fondos luminosos y orgánicos que inducen al movimiento a los otros elementos que habitan la obra: líneas, telas y papeles que bailan, se derraman y salen sin pedir permiso. Ides pinta, desde muy temprano, cada día. Nada la limita, su mente inquieta investiga y crea.
Recientemente, once de sus obras pasaron a integrar el patrimonio del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y, octubre de 2019, presentó su segundo libro en el Museo Nacional de Bellas Artes, con prólogo del Dr. Juan Javier Negri, y textos de Rafael Squirru y Rodrigo Cañete.
Desde Arte Online lo compartimos como fuente de inspiración.