Nota publicada online
A partir del jueves 18 de julio la nueva sede de Fundación Osde se estrena con una muestra de Tulio Sagastizabal y un instalación de Mariano Molina. Hasta el 21 de septiembre.
Esquina estratégica en el circuito artístico de nuestra ciudad, situada en lo alto de la bajada de Arroyo y Esmeralda. Treina y cinco metros lineales de vidriera y, en el medio, una puerta doble desde la que nos dan la bienvenida María Teresa Constantín, directora del Espacio y Eduardo Stupía, artista y curador de la muestra inaugural: Tulio Sagastizabal.
La inauguración de este nuevo espacio significa una verdadera celebración. Y es que esta institución ya tiene una lugar destacado en nuestra historia del arte. En el transcurso de estos 11 años en la antigua sede de la calle Suipacha, se llevaron a cabo 107 exposiciones, 65 publicaciones editadas, entre catálogos, catálogos en colaboración con otras instituciones y libros sobre acciones performáticas. Se realizaron además prolíficos encuentros entre el público, artistas y curadores, mesas redondas, conciertos y un sinfín de propuestas abiertas y gratuitas para acercar la producción artística argentina a las distintas audiencias. Miles de niños y niñas de escuelas públicas asistieron a nuestras visitas guiadas, concebidas con una actividad práctica especial por muestra, de las que pudieron participar en su mayoría alumnos de la escuela primaria pero también institutos de arte secundarios y terciarios.
En sus salas se exhibieron muestras históricas inolvidables: Fortunato Lacámera, Pampa, Ciudad y Suburbio -curada por Laura Malosetti Costa-, Diario Critica, Historia de una experiencia social, Los artistas del pueblo, Nacional y POPular -curada por María José Herrera- y, la inolvidable exposición Cruce patrimonial Fondo Nacional de las Artes, Fundación OSDE -curada por Juan Balza y Gonzalo Maciel- y que reunió obras emblemáticas de ambas colecciones. Y pudimos disfrutrar de muestras individuales de reconocidos artistas contemporáneos como Alejandro Puente, Juan Carlos Distéfano, Matilde Marín, Jorge Gamarra, Carlos Gallardo, Juan Carlos Romero y Ricardo Garabito, entre otros.
Ahora, para reafirmar este camino de excelencia, en la planta baja de un depurado edificio modernista de la década del 30, el Espacio de Arte se ofrece a la ciudad como una gran vidriera. Con la última tecnología disponible, salas con temperaturas y humedad acondicionadas para recibir y exhibir obras de calidad museo.
El jueves 18 de julio la nueva sede abre sus puertas con una exposición del reconocido artista Tulio de Sagastizábal (1948), un artista clave en el territorio pictórico del arte contemporáneo argentino.
Hipnosis. Pinturas 1974-2019, la muestra antológica de Tulio De Sagastizábal, curada por Eduardo Stupía, brinda un panorama claro de una trayectoria de más de treinta años, y una presencia sostenida tanto en el plano local como internacional del artista nacido en Posadas, Provincia de Misiones. De Sagastizábal se ha constituido en referente central del campo de la abstracción y la geometría lírica, con un lenguaje rigurosamente depurado en lo formal, notablemente preciso y agudo en lo conceptual, y con una enorme sensibilidad para operar las transformaciones de sus singulares sistemas cromáticos.
Las obras recientes reciben al visitante, hechizándolo y captando su atención, con su “desbordante utilería de prismas, grillas y dameros poliérdicos, orquestados con fertilidad inagotablede la delicada musicalidad de una paleta nen perpetua epifanía” como sugiere Eduardo Stupía en el texto que acompaña la muestra.
A medida que a avanzamos en el espacio, retocedemos en el tiempo, y nos encontramos frente a sus obras mas tempranas, figurativas, en las que el círculo está presente. Podemos desandar su evolución. Reconocemos la paleta, la cualidad del oficio y los elementos que el artista pone en juego.
Se exhibe una serie inédita, de obras de pequeño formato, “variaciones sobre un tema, la mujer sentada” 1992. Obra que remite al personaje de Copi -Raúl Damonte Taborda-, dibujante que colaboró en Tía Vicenta en la década del '50.
En simultáneo, en la sala 2, destinada a proyectos de artistas invitados, se exhibe una instalación del artista Mariano Molinaquien presenta su proyecto Alineados Alienados. Un etréreo mural dibujado con alambre. “La exploración de imágenes de multitudes ha sido un punto de partida recurrente en mi producción. Las obras resultantes de las fotografías que utilizo, no pretenden ilustrar las situaciones originales en que fueron tomadas. Mi intención es descontextualizar las imágenes para cargarlas de nuevos sentidos”.
La propuesta que presenta en esta oportunidad busca delinear las figuras al límite con la abstracción; la distancia entre la obra y el espectador se convierte en aliada de esta experiencia. “En este sentido, he incluido una intervención mural a escala natural, con la intención de que el observador sea, a su vez, quien active y complete la obra"
La planta del moderno espacio se completa con una sala destinada a talleres y una sala de conferencias equipada con la última tecnología audiovisual. Durante las vacaciones de invierno hay programadas actividades para toda la familia.