Quimera Galería
Güemes 4474, BsAs.
El próximo viernes 11 de octubre a las 19 hs. a la inauguración de ‘Líneas de flotación’, solo show de Mariano Molina curado por Laura Casanovas. En simultáneo, Deborah Jafif presenta una propuesta instalativa en Espacio Qubo3 : ‘Las muchas maneras de combatir la nada’.
Líneas de flotación por Laura Casanovas
Es admirable la inventiva de las soluciones, la potencia imaginativa de la visión (...) “Arte y percepción visual”, Rudolf Arnheim
La reciente producción de Mariano Molina transita por un nuevo giro protagonizado por la línea. Más específicamente, por una línea que parece flotar en el espacio. Esta percepción inicial descubre un mundo donde el fragmento y la totalidad, la abstracción y la figuración, la realidad y la ilusión –elementos transversales a su trabajo– se mixturan a partir de la singularidad del trazo propuesto. A la distancia, las formas parecen desprenderse del soporte, sea muro o lienzo, para salir a nuestro encuentro. Nos acercamos con cierta cautela al no poder medir con exactitud la longitud que nos separa y, en ese trayecto, empezamos a vislumbrar sombras. En un momento develamos el artificio logrado de la mano del acrílico. A partir de entonces, la mirada se acercará y alejará varias veces persiguiendo un enfoque estabilizador. Las formas fragmentarias delineadas no siempre permiten al ojo reconstruir una representación familiar y, en ocasiones, en el mismo momento de aprehenderla comienza a escapar. Ingresamos en un juego de contornos de posibles seres y objetos, tal vez ocultos en un fondo desconocido.
Intentamos encastrar las partes o reponer las piezas faltantes hasta advertir dos grupos de obras: aquellas con una línea sintética que delimita configuraciones más abstractas y otras cuyos trazos perfilan planos de color al servicio de una imagen reconocible. En este último caso, descubrimos escenas urbanas con arquitecturas y figuras humanas solitarias y en multitud, que constituyen tópicos característicos del repertorio iconográfico del artista.
El color –elemento central de varias de sus series pretéritas– se polariza ahora entre el blanco y el negro, lo cual refuerza la idea de dibujo, en tanto aporta valor como plano de fondo uniforme blanco, gris o rojo. Cada composición plantea un final abierto, una historia a revelar en su totalidad quizá cuando la marea baje. Aquello que flota constituye, así, un vestigio reversible de un pasado o de un presente activos para imaginar nuevas representaciones comprometidas con la construcción de lo simbólico y, por lo tanto, con mundos aún por descubrir.
Espacio Qubo3: Las muchas maneras de combatir la nada por Andrés Waissman
A Deborah la conocí hace ya un largo tiempo, me visito en el taller con sus bolsos cargados de materiales diferentes, desplegó las telas que eran “media sombra” tratadas como los mejores terciopelos, piedras diamantinas, alambres rústicos, hilos de cobre. Todo a un mismo tiempo, “vengo de parte de Vicky Cobos”. Impulsiva, arrolladora. Visite su muestra en CC Borges tiempo después, hablamos mucho. La descubrí curiosa, vital esencialmente.
Me impresionó como no parecía haber límites formales en sus búsquedas, esa manera singular que tiene de combinar lo inimaginable y hacernos enfrentar un tapiz de palacio joyante y luminoso.
Ficción, nos propone una ficción, un habitáculo reducido, lánguido y revelador. Sus trabajos penden de alguna parte, nos cruzan, nos rozan, no son obstáculo son desprendimientos, tal vez ignora ella que esos hilos son raíces también.
Vamos penetrando un hábitat único, caminamos pasos cortos adentro de su instalación en Quimera.
Hay travesías no buscadas, sorpresivas para nosotros los caminantes avanzados.
Deborah tiene la ideología de la juventud permanente, la valoración de lo industrial como reserva de la suntuosidad perdida. Sustituye y recrea, solicita cierta actitud estética de parte del espectador que interactúa, demanda proponiendo.
Borges en uno de sus poemas “Límites” escribe –De estas calles que ahondan el poniente, una habrá (no sé cuál) que he recorrido ya por última vez, indiferente y sin adivinarlo, sometido a quien prefija omnipotentes normas y una secreta y rígida medida a las sombras, los sueños y las formas que destejen y tejen esta vida.-
Oímos la invisibilidad y la presencia de un juego casual en las estéticas del arte contemporáneo. Espacio y tiempo, reconstrucción urgente para tender líneas y trampas, voces y naufragios. Todo se mezcla o se funde. No puedo dejar de pensar en los bazares de medio oriente o en las raíces de la artesanía que hace vibrar la historia en todo momento. Cristal, alambre, telas sintéticas, bollos de hilos transparentes, vibraciones, movimientos accidentales en apariencia, el rescate del olvido.
Esta artista habla el idioma de su propio linaje a través de una obra que es de cualquier tiempo pero que no podría haberla hecho en otro porque no es ajena a la historia presente que es la memoria.
Deborah Jafif teje tramas incandescentes, esta es una de ellas.
Inauguración: 11 de octubre a las 19 hs.
Quimera Galería
Güemes 4474, BsAs.
Abierto de martes a viernes 15 a 20 hs.