Nota publicada online
Con la mirada orientada en seducir a potenciales consumidores y apoyar con entusiasmo tanto a interesados iniciáticos como a los coleccionistas más arraigados.
El llamado MAC Mercado de Arte de Córdoba, cerró su séptima edición, con un fin de semana festivo en el que los compradores parecieron estar en parte, ajenos a los vaivenes de nuestra economía.
Se trata de una feria Federal inclusiva: emplazada en la Plaza San Martín y frente a la Catedral, la carpa tenía en su centro acceso al Cabildo cuyo patio se convirtió en espacio de encuentro, descanso e intercambio. Con ingreso libre y gratuito, hubo entre sus 30.000 asistentes visitantes de todo tipo, tanto el paseante curioso como actores y difusores de la comunidad artística visitante y local. El público en general asistió junto a gestores culturales, funcionarios, integrantes de la plana mayor de ArteBA, curadores y desde luego muchos coleccionistas entre los numerosos invitados especiales. En los tres días de su extensión, se colmaron las instalaciones donde los espectadores se encontraron con obras mayoritariamente valuadas en pesos y mucho para elegir entre las piezas de artistas disímiles con importante, o germinal trayectoria y una amplia escala de precios que ofreció en todas sus variantes opciones de calidad. La oferta nuevamente interesó y muchas obras cuentan ahora con nuevos poseedores.
En un espectro muy amplio, fueron más de 65 galerías las que ofrecieron sus propuestas junto a espacios, colectivos y casas de artistas, locales y del resto del país. Chile como país invitado se presentó con seis de sus galerías. La plausible iniciativa de incluir cada año a un país de la región tiene el objetivo de reforzar el impulso de un mercado zonal que provoque mayores procesos de internacionalización.
Hubo también representaciones de Perú, una fuerte presencia de los anfitriones y de la ciudad de Buenos Aires y espacios de la Plata, Rosario y Tucumán entre muchos otros. Mostraron, entre todos, obras de más de 300 artistas que fueron reunidas por la curadora Celina Hafford, a cargo de esta edición.
Sumó interés el programa coordinado ArtWeekendCórdoba que expandió la feria con muestras paralelas y ofreció la apertura en simultáneo de 18 galerías de arte mediante circuitos abiertos de recorridos por diferentes zonas de la ciudad que propusieron visitar numerosas exhibiciones temporales en distintas instituciones, residencias y museos. Para invitados especiales, el programa incluyó la visita a importantes colecciones privadas de la ciudad que mostraron diversidad y un especial interés por sus artistas locales en sus acervos.
Fue interesante ver el despliegue de espacios que se encuentran en crecimiento y que ofrecieron obras atractivas y de calidad. Se pudo observar sin embargo, que en algunos espacios emergentes no parecería haber un control profesional en las valuaciones de algunas producciones y en ese sentido, era posible adquirir piezas de artistas de mayor trayectoria a precios similares a los que se solicitaban por obras de artistas que recién se inician en su camino profesional. Leyes del libre mercado que con el tiempo se van ajustando, pero que en definitiva restan posibilidades de ingreso al circuito a artistas que necesitan tanto de difusión y ventas como de presencia en colecciones institucionales y privadas.
Coordinado por Abel Guaglianone y Joaquín Rodríguez, se realizó por segundo año consecutivo el Premio en Obra; una iniciativa que busca incentivar e impulsar el trabajo de artistas y proyectos de galerías en su etapa inicial entregando una suma de dinero que no contempla la adquisición de obra. Donaciones de distintos coleccionistas y amantes del arte lo hacen posible. Repartieron $ 140.000 entre los jóvenes artistas Rodolfo Sousa, Las Hijas de Israel y dos espacios emergentes, las galerías Mantera y Fuga.
La feria estrenó, este año, un nuevo programa para compras de obras. El Museo Municipal de Bellas Artes Genaro Pérez sumó a su colección una fotografía de Rosalba Mirabella, de Taller Galería de San Miguel de Tucumán. El Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén un trío de obras de Fabián Nonino, de Galería Selvanegra de Buenos Aires y el Bellas Artes de Corrientes una pieza de Marisol San Jorge, de la cordobesa El Gran Vidrio; todas piezas obtenidas a través del nuevo Programa de adquisiciones.
El auditorio, que generó foro de diálogo y debate, contó con propuestas interesantes y fue en sus distintas exposiciones, muy concurrido. Hubo actividades para niños, programas musicales, cinéfilos y literarios que integraron un conjunto inabarcable que dio lugar a elecciones y opciones propias tanto en el espacio de la feria como en los distintos sitios de exposición públicos y privados involucrados, los que visibilizaron aún más la escena contemporánea local. Un atractivo en crecimiento para muchos: vínculos nacientes y existentes entre artistas e instituciones, público potencial que se expande y la intención común de una escena artística descentralizada.