Nota publicada online
Durante 20 días, ocho artistas tomaron el centro de la ciudad y emplazaron piezas interactivas, sistemas híbridos, inflables, instalaciones y esculturas. Entre ellos, Diego Alberti fue convocado con el desafío de encandilar al público, y no defraudó.
El segundo festival de arte lumínico "Lumi", organizado por el Grupo Energisa y curado por el artista, investigador y profesor brasileño Guto Nóbrega, se inspiró en la biofotónica, un concepto desarrollado por el antropólogo Jeremy Narby. Según Narby, "Este fenómeno nos revela que todos los seres vivos emiten una luz muy delicada, de muy baja intensidad, que no se puede ver a simple vista, pero que, según investigaciones científicas, cumple una función vital en la regulación de nuestros organismos. La belleza de esta analogía, presentada por el antropólogo, es interconectar el carácter visionario de las visiones, imágenes iluminadas a las que acceden los chamanes en el contexto de rituales sagrados, con nuestras luces internas, derivadas del ADN, base de la vida en la Tierra.” (extracto del texto curatorial).
Para esta intervención en el espacio público, Alberti desarrolló una pieza específica denominada Aguayo. El aguayo es un paño rectangular tradicionalmente utilizado por las comunidades de la región andina de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. En este caso, es también una obra de arte digital en creación constante. Un tejido electrónico donde técnica y estética se combinan para comunicar una serie de significados referidos a una particular visión del mundo y su tecnología.
"Es fascinante la cantidad de aspectos que tienen en común la informática y el desarrollo textil. Algunos ejemplos son las memorias de ferrita hechas a mano utilizadas en el ordenador de navegación de la nave espacial Apolo o el telar de Jacquard que utilizaba tarjetas de madera perforadas para guardar y reproducir automáticamente diseños en la trama", dice el artista.
Invitado por el curador, Alberti creó y construyó esta pieza específicamente para este festival. Aguayo forma parte de una serie de trabajos que el artista ha venido desarrollando durante casi 10 años, explorando el cruce entre el textil y la informática. Entre estas obras se incluyen "La respuesta de los dioses", "Tejedor", "Lliklla" y "Aguayo".
La pieza se exhibió hasta el 26 de mayo en la plaza principal de Nueva Friburgo, una ciudad con tradición textil en el interior de Río de Janeiro.
El Aguayo, iluminado, se erige como un tótem que visibiliza el código ancestral impreso en nuestro ADN. Es un símbolo identitario de antiguas civilizaciones aimaras o urus-chipayas, resignificado a través de las estrategias del arte electrónico desarrolladas por Diego Alberti, tejido de luz.
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Lumi - Festival de Luces
Del 06 al 25 de mayo del 2024
Praça Dermeval Barbosa Moreira
Centro, Nova Friburgo, RJ - Brasil
