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domingo 20 de noviembre, 2011
Shh! Silencio en las salas
por Sofía Dourron
Shh! Silencio en las salas

El fotógrafo Daniel Kiblisky traduce en imágenes el silencio presente en una serie de bibliotecas y salas de lectura, en Arte x Arte

Silencio en las salas… el título abunda en redundancia, pero de alguna manera se ajusta perfectamente al tono austero de la muestra de Daniel Kiblisky (1965). Luego de explorar diferentes territorios temáticos (desde oficios en extinción a paisajes estériles) donde analizaba la obsolescencia de ciertos elementos cotidianos, el fotógrafo pone de manifiesto en esta serie el lento vaciamiento de sentido de uno de los espacios primordiales para la cultura: las bibliotecas.

En su recorrido por las bibliotecas más importantes de la ciudad de Buenos Aires y algunas del resto del país, el artista retrata sus espacios interiores con absoluto rigor técnico y formal, alineándose en cierto modo en el estilo de la escuela de fotografía alemana iniciada por Bernd y Hilla Becher en la ciudad de Düsseldorf a mediados de los años 70. En este sentido genera un interesante paralelo con la obra de una de las primeras discípulas de los Becher, Candida Höfer, quien en sus obras de gran formato fotografía bibliotecas, teatros y museos desplegando todos aquellos detalles y funciones que han pasado desapercibidos o caído en el olvido con el pasar del tiempo.

A diferencia de las bibliotecas “deshumanizadas” de Höfer, indefectiblemente vacías, Kiblisky nos deja ver resabios de espectrales de lectores, presencias fantasmales que habitan las alguna vez magníficas salas de lectura. Estos espíritus reticentes a las bibliotecas digitales y libros electrónicos que pululan por salas semi vacías parecieran manifestar el viraje en los valores culturales en la sociedad actual, demostrando una encantadora, aunque melosa, melancolía. Así su formato medio, entre 80x120cm y 60x100cm, no es suficiente para que la imagen se imponga y reivindique la institución, tampoco es lo suficientemente pequeña como para crear intimidad, simplemente provoca un tímido sentimiento de añoranza.

Bernd y Hilla Becher generaron un archivo de edificios industriales abandonados en la Alemania de los años 50, para dar cuenta de las consecuencias de la guerra en la industria y el paisaje de su país. Kiblisky arma su propio archivo, aunque no tan riguroso, de imágenes desoladoras para la posteridad. Una en particular proyecta esta imagen de abandono y soledad, a la manera de un cachorro abandonado esperando ser adoptado por un buen samaritano, la sala del Instituto Balseiro con su triste árbol de navidad construido con libros y guirnaldas descoloridas. Pareciera ser un presagio de su extinción.

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Info
Hasta el 26 de noviembre
Arte x Arte, Lavalleja 1062

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