Mientras Boullosa nos invita a sumergirnos y recorrer sus secretos laberintos en calmo silencio, Méndez nos seduce con tramas a partir de sintéticas siluetas que deconstruye y reconstruye, resignificándolas, convirtiéndolas en atractivos encajes contemporáneos.

Cada uno, a su manera despliega y seduce con sus inconfundibles lenguajes en busca de la callada complicidad del espectador.

La línea imprime su rastro, deja su huella y devela el gesto del artista que libera su interior y lo derrama en la superficie dejando al descubierto toda su esencia. La de Boullosa es sutil, sensible y segura, de trazo parejo, y da por resultado una obra donde el adentro y el afuera están en prefecta armonía. La de Méndez, toma cuerpo, se engrosa y se afina, impacta y disimula, abre todos los frentes y nos muestra la realidad bajo todos los puntos de vista.

Detenerse frente a cada una de estas obras implica dejarse atrapar sutilmente por esta experiencia estética que nos muestra lo mejor de cada uno de estos dos artistas. Negro/blanco. Negativo y positivo, toda la contundencia del negro desafiando al inmaculado blanco. Lo absoluto frente a la nada.

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Hasta el 21 de agosto

CARLA REY ARTE CONTEMPORÁNEO
Humboldt 1478, Ciudad de Buenos Aires