La muestra, curada por Marta Fuentes, propone un recorrido construido a partir de una cuidada selección de obras de la vasta producción del artista, en torno a recurrencias iconográficas que dan cuenta de una búsqueda incansable de las formas siempre vinculadas a su entorno inmediato.

Se puede ver en la muestra de Bernardo Ponce una permanente subyacencia de su idiosincrasia santiagueña. Su obra es, en palabras del propio artista, casi autobiográfica. Y sin embargo, no hay en ella atisbos de autoreferencialidad, sino todo lo contrario.
Los dibujos y pinturas de Ponce abordan precisamente aquello que las vivencias propias asumen de colectivo, acaso en consonancia con su atención a las problemáticas sociales y políticas que determinan en su vida una sostenida militancia política dentro del Partido Comunista.

Forman parte de su obra los mitos, leyendas y supersticiones característicos de Santiago que configuran desde su infancia una forma diferenciada, aunque compartida, de experimentar el mundo. Un mundo que se presenta en sus trabajos como real y fantástico a la vez, a través de insistentes apariciones de pencas y cactus que se desenvuelven en sus numerosas posibilidades formales. Forman parte también de su repertorio los paisajes silenciosos y punzantes constituidos por elementos naturales y utensilios culinarios, cuya mixtura opera una suerte de aproximación entre las lejanas irrealidades y las cotidianas presencias.

La sensibilidad de la línea construye, tanto a través de sus precisiones como de sus despojos, figuras y retratos cargados de una profunda densidad existencial. Con el lenguaje de la pintura Ponce realiza experimentaciones que trasladan sus motivos a los límites de la abstracción.

Completa el relato de la muestra, producida en su totalidad por el Museo Caraffa, un video documental. “Lo próximo-lejano. Obras 1975 – 2008” de Bernardo Ponce, podrá verse próximamente en distintas ciudades del país.