News Argentina
Chab es Chab. Se reconoce, sin duda, el rigor con el que aborda sus presentaciones. Recordamos cuando en 1994 cumplió 50 años con la pintura. Se dió el lujo, además de constituir una celebración, de realizar cinco muestras simultáneas que provocaron una conmoción.
En 2002, su retrospectiva, sirvió para conocer sus etapas, desde “Manzana sobre la mesa” (1947), obra premiada por Berni y Victorica a la vez que para reflexionar acerca de sus preocupaciones estéticas que lo conectan con el surrealismo y con la noción del automatismo: iniciar la obra sin ideas previas, sin boceto alguno, a lo que no ha dejado de adherir.
En su actual muestra en Rubbers, Víctor Chab (1930), vuelve a sorprendernos, con una serie de dibujos que por su complejidad nos invita a seguir su mano por el papel. No es una exposición para entrar y salir, en cada cuadro, en general de pequeño formato, se reconocen sus formas, algunas escultóricas, otras, larvadas, seres y máquinas fantásticas y hasta cierta connotación ritual.
Luis Felipe Noé que junto a Stupía creó el espacio “La línea piensa” y autor del texto del catálogo, señala que “Chab ha vuelto a cultivar la línea como forma libre de pensar”.
Y si pensar para el contemplador atento significa caer en la inevitable asociación, seguir su trazo en sus infinitas variaciones y recursos, demorarse ante la intensidad de los fondos, recordar un fragmento de Enrique Molina cuando se refería a un bestiario tenebroso del artista: “…un trozo nocturno/un resto negro/de la profundidad…”, bien vale esta muestra de un artista que siempre nos hace partícipes de la experiencia del arte.
Info: Cerró el 5 de agosto en Galería Rubbers