Nota publicada online
La Isla El Descanso, a pocos minutos del puerto del Tigre, es la base de operaciones de UXArt; un proyecto liderado por un grupo de jóvenes emprendedores que apuestan a la convergencia entre las nuevas tecnologías y el arte.
Sobre el Río Sarmiento, en un predio que décadas atrás fuera propiedad de la familia Albarracín, se encuentra la Isla El Descanso; un lugar donde confluyen la naturaleza singular del Delta, el diseño paisajístico, obras de arte de grandes maestros y los anhelos entusiastas de emprendedores como Claudio Stamato y Felipe Durán, fundadores y directores de UXArt, una startup orientada a desarrollar novedosas experiencias de arte, intervenciones en espacios urbanos, realidad virtual, realidad mixta y mercados digitales.
En el workshop dirigido a medios de prensa, que contó además con la presencia de artistas como Delia Cancela y Leo Damonte, realizado el pasado 2 de diciembre, Durán, de origen colombiano, trazó un panorama que abarcó desde sus primeras impresiones al radicarse en nuestro país, al que considera esencial al pensar en vanguardias, hasta las aspiraciones utópicas de una co-creación del mañana que vincule empresarios, especialistas en IA, artistas y usuarios de dispositivos.
El interrogante clave que dio paso a la concreción del conjunto de proyectos que llevan a cabo para él fue: ¿cómo podemos hacer un laboratorio que ponga la tecnología al servicio de los artistas? A partir de allí describió la intervención llevada a cabo en 2019 con Julio Le Parc en el Obelisco porteño, la participación en la Bienal de Venecia 2022 en el primer pabellón dedicado al criptoarte con obras del propio Le Parc, de Gyula Kosice, Miguel Ángel Vidal y Alberto Echegaray y la transformación de la fachada del Palacio Bosch –residencia del embajador de EE. UU - en un gran lienzo inmersivo gracias al mapping proyectado durante la semana del Orgullo del presente año.
Otro aspecto que rescató Durán es la revalorización de propuestas experimentales como las que llevó a cabo el GRAV (Groupe de Recherche d'Art Visuel) y las investigaciones de los artistas del grupo Arte Generativo durante la década del 60, o la más reciente exposición Real/Virtual realizada en el 2012 en el Museo Nacional de Bellas Artes que significó un recorrido exhaustivo del arte cinético argentino y que contó en su oportunidad, con la curaduría de María José Herrera. Ella, una indiscutible autoridad académica, es además la responsable curatorial de UXArt y según ha declarado, vela por traer el pasado al presente respetando los términos bajo los cuales las obras fueron concebidas.
La segunda parte del workshop estuvo a cargo de Beto Resano, director creativo y cofundador de UXArt y de Lucas Vidal, especialista en inteligencia artificial y se centró en los focos a futuro que implican la integración del abanico de todas las herramientas tecnológicas ya puestas en práctica y su permanente necesidad de actualización. Conforme a lo expuesto, es posible mencionar que tienen en marcha una diversidad de programas vinculados a la creación de hologramas sustentables, a la aplicación de escaneos 3D, a producir y aumentar geolocalizaciones de obras en muchas ciudades en simultáneo, a la generación de comunidades digitales de coleccionistas, a la integración de museos en actividades pedagógicas y a la incentivación de la interactividad mediante gamificación.
El desarrollo de este laboratorio confluye en X- Real, un festival cuya próxima edición está prevista para fines del verano del año próximo y que incluirá producciones de grandes artistas generadas con IA, experiencias inmersivas, música, mapping, hologramas y proyecciones láser sobre los jardines y lagunas de la Isla El Descanso. X-Real conjugará las obras escultóricas in situ de Bastón Díaz, Marie Orensanz, Pablo Reinoso, Carlos Gallardo, Vivianne Duchini, Pablo Curatella Manes con obras renovadas de Eduardo MacEntyre, Ari Brizzi, Eduardo Rodríguez, Perla Benveniste, Martha Boto, Delia Cancela y Rogelio Polesello, entre otros, bajo la idea de un museo sin muros a cielo abierto.
El futuro ya circula entre nosotros y nos obliga a asimilar con urgencia un vocabulario conceptual abundante en neologismos. Mientras tanto, el debate parece oscilar entre quienes practican sobre él un ejercicio escéptico y cauteloso y entre quienes auguran con euforia optimista un exponencial crecimiento de cambios y posibilidades hasta hace poco inconcebibles.