Nota publicada online
Con la participación de Max Kosice, director del Museo Kosice, Felipe Durán y Beto Resano, CEO y fundador y co fundador, respectivamente, de UXArt se inicia un nuevo camino para potenciar el arte y la educación en museos y en el metaverso
¿Son nuevas obras de Gyula Kosice las que un grupo de críticos y periodistas vimos hace días en el Museo Kosice, convocados allí por el mismo museo y el laboratorio argentino de tecnología digital UXArt? Esa es la pregunta que surgió en cada uno de los asistentes a la reunión.
Kosice, cofundador del movimiento de arte Madí y autor de la Ciudad hidroespacial, una de sus obras más ambiciosas, murió a los 92 años en Buenos Aires el 25 de mayo de 2016. “El hombre no ha de terminar en la Tierra”, había escrito en la mítica revista Arturo en 1944, anticipando uno de sus principales proyectos: la Ciudad hidroespacial, que planteaba la necesidad de romper con los espacios arquitectónicos tradicionales. Kosice ideó entonces una serie de hábitats suspendidos a 1.000–1.500 metros sobre el nivel del mar, compuestos no ya por habitaciones “ritualizadas” (living, dormitorio, baño) sino por espacios para vivir móviles y poéticos. Llamó al conjunto de estas viviendas la Ciudad hidroespacial. Iniciado en 1946, a comienzos de la década de 1970 había evolucionado en un conjunto de múltiples maquetas, que totalizan 19 espacios habitables en tres dimensiones y 7 cajas lumínicas en dos dimensiones presentados juntos en una misma sala en una instalación inmersiva. Hoy las obras de esta polis en las alturas integran la colección del Museo de Bellas Artes de Houston; otras están en el Centre Pompidou de París, en colecciones privadas y en el Museo Kosice de Buenos Aires.
Ahora, seis años despuiés de muerto el artista, UXArt y el Museo Kosice generaron diversas experiencias para acceder a la Ciudad hidroespacial en multiplataformas y en el metaverso. En el encuentro de hace días en el que participaron Felipe Durán, Ceo y cofundador de UXart; Max Pérez, nieto del artista y director del Museo Kosice, y Beto Resano, cofundador de UXArt, un grupo de periodistas y críticos, equipados con equipos de realidad virtual y anteojos de realidad mixta, vimos la Ciudad hidroespacial en diferentes formatos digitales que integran el metaverso. También vimos piezas históricas en formato físico. La misma obra se multiplica en diversos formatos que pueden disfrutar desde los chicos en museos hasta los grandes coleccionistas. Se trata de un caso en el que la tecnología potencia nuevas formas de acceso al arte para diferentes generaciones.
Son distintas experiencias que abren el mundo Kosice; la ciudad hisdroespacial en realidad virtual, realidad mixta y diferentes dispositivos para ver las obras como hologramas.
¿Cómo “tradujeron” las obras de Kosice a esos nuevos soportes?
Responde Max Pérez: “Fue una gran discusión interna que tuvimos en la Fundación Kosice en su momento porque estamos trabajando con obra patrimonial de un artista muerto. Queríamos ser muy cuidadosos con la obra. Pero tenemos la virtud de trabajar con Kosice. El escribió mucho, habló mucho, reflexionó mucho, siempre estuvo muy interesado en los nuevos desarrollos tecnológicos pensados como plataforma de lanzamiento de su obra. Estaba muy interesado en todos los procesos de digitaliación pero claro, el nació en 1924, no dejaba de tener una mente analógica, estaba muy interesado en inteligencia articficial pero en lo digital se sentía un poco desconcertado. Con este tipo de propuestas él hubiera alucinado, le hubiera encantado. Pero es un dilema porque estamos reproduciendo una obra en un lenguaje que claramente es otro. Estar frente a la obra original, las maquetas, y la obra en realidad virtual, son experiencias completamente diferentes. No es una foto de una obra, no es una reproducción de una obra. Esto está incluso en texto jurídico, lo dejamos escrito, o sea, es una obra diferente”.
Se reitera, entonces, la pregunta del principio: ¿Son nuevas obras de Kosice?
Quien responde es nuevamente Max Pérez, el nieto del artista: “No es que sea una nueva obra de Kosice, nosotros tomamos decisiones que creemos que son fieles a lo que él hubiera dicho, son decisiones que tomamos la Fundación, no son decisiones de Kosice. Tuvimos esa discusion. Lo pensamos con abogados, con escribanos, también tiene un carácter jurídico la nueva pieza, Cada pieza es de la fundación Kosice y de UXArt porque ellos también tuvieron una dimensión autoral que no es solo garrapatear teclas y programación, Hay una dimensión de diseño, Es otro objeto jurídico.
El visitante del museo, sea quien sea el autor de la nueva verión de la obra, se convierte en habitante de la Ciudad hidroespacial. No mira la obra: está en ella, la pisa, flota con ella en el espacio, es parte de su utopía.
El Museo Kosice está en Humahuaca 4662, CABA, tel. 4867 1240.