Nota publicada online
Colibrí y Tiempo libre, de Marcela Cabutti y Gabriel Soifer, se suman a una iniciativa que embellece y renueva el significado de las localidades del municipio.
Con la intención de celebrar las identidades locales y embellecer la vía pública, la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro suma dos nuevas obras a su Programa de Emplazamiento de Esculturas en Espacios Públicos de San Isidro, Colibrí, de Marcela Cabutti, en Camino Real y Panamericana, Boulgone, y Tiempo libre, de Gabriel Soifer, en la Avenida Unidad Nacional y Avenida Fleming, Martínez.
“Todas las obras del programa fueron comisionadas por el gobierno municipal con un tema determinado a artistas capaces de resolver el problema de la escala y de los materiales, que deben soportar con hidalguía el paso del tiempo, y fueron emplazadas en lugares estratégicos, emblemáticos, de mucho transito y gran referencia topográfica. Obras que nos ayudarán a pensarnos, celebrarnos y completar el relato que la ciudad tiene de sí misma”, expresó Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria general de Cultura de San Isidro.
Pensada junto a las comunidades locales, Colibrí se hizo en acero pintado, tiene 6x4x 2,50 metros, estará frente al cementerio de Boulogne, y celebra la naturaleza, lo autóctono y la resurrección. Una obra que formó parte de un plan más amplio: el Corredor Cultural de Arte Resiliente y Convivencia Barrio San Isidro, en el barrio homónimo, que también se inaugurará ese dia, donde el municipio, junto a la Fundación Pinta Argentina, realizó 24 intervenciones en distintos paredones con la ayuda de artistas urbanos de ese y otros barrios.
“Trabajamos en contacto con la comunidad del Barrio San Isidro, porque nos parece interesante que el vecino se apropie de la escultura, que, de algún modo, representa a un picaflor que succiona una flor de espinillo y parece levantar vuelo desde el cementerio hacia el barrio, como una metáfora de los seres queridos que vienen a decirnos que están bien”, dijo Cabutti, que tiene varias esculturas en el espacio público, dos en Tigre (en el jardín del Museo de Arte Tigre y en el centro de esa ciudad), Rafaela, Puerto Madero e Italia.
Por su parte, Tiempo libre ocupa un lugar destacado en la rotonda de la Avenida Unidad Nacional y referirá al encuentro y la vida al aire libre, a tono con el paseo lindero, donde un sinfín de vecinos realiza actividades sociales y de acondicionamiento físico. De metal calado, la obra tiene siete metros de alto y está integrada por una serie de personajes, bicicletas a escala real y una especie de enjambre de coloridas mariposas en el centro.
“Me parece muy loable de parte del municipio convocar a escultores para que intervengan en el espacio público, sobre todo con obras contemporáneas que realzan y acompañan la identidad de cada sitio”, expresó Soifel, que tiene otras tres obras emplazadas en la vía pública.
Estas esculturas se suman así a las otras que integran el programa: Bajo la luna, de Vivianne Duchini, en la Avenida Márquez y Fleming, una yegua junto a su potrillo, en bronce, que representa la fuerza de la industria hípica y de la maternidad, Sobre rieles, de Raúl Gómez, en Villa Adelina, realizada en acero inoxidable, que simboliza los inicios de esta ciudad, y Cincel, de Jorge Gamarra, en bronce y granito, en Pacheco y la costa, Martínez, que celebra la fuerza del trabajo.