Nota publicada online
Gabriel Chaile transita con los pies sobre sus raíces y los antepasados de nuestra tierra. Con curiosidad de antropólogo y la sensibilidad puesta en las diferencias e indiferencias sociales, carga con esta simbología a cada uno de sus proyectos. Luego de haber participado de Arco Madrid, vive su cuarentena realizandouna residencia de artista en Lisboa.
Desde Arte Online compartimos sus reflexiones en estos tiempos de introspección obligada
"Extraño ver gente aunque no las conozca, me gusta ver las calles con personas y los lugares ocupados, los mini grupos, las plazas con gente, niños o marchas, ese agite lo extraño aunque muchas veces no sea parte de él o esté en contra, me molesta ver los juegos de las plazas con una cinta que dice prohibido. Me parece tan fuerte.
Disfruto estar solo.
Puede que este momento no sea una introspección obligatoria, eso le pasará a quien se deje pasar por eso. Particularmente por momentos veo el tiempo muy lento, me lleva mucho tiempo hacer tareas simples como endulzar un café y llego a hacer tres cosas al día, disfrutaba antes de la cuarentena del tiempo libre. Me aburro, en realidad siento que en cuanto a estados de ánimo me pasan cosas que me pasaban antes de la cuarentena solo que ahora son más intensas.
Pienso mucho en la cantidad de personas que no tienen el privilegio de encerrarse a pasar la cuarentena con Netflix e Internet y en lo mal que como humanidad hacemos la división de las cosas. Trato de seguir trabajando en mi tarea que es chiquita frente a este cosa invisible que no se qué es ni quién la puso. Si todo va a cambiar espero estar optimista y sobre todo ocuparme." Gabriel Chaile, Mayo 2020
Proyectos actuales
"Estoy trabajando en varias cosas a la vez, esculturas, dibujos, una peli y un proyecto colectivo con amigos de Bs. As., Tucumán y Catamarca. Todo por momentos es parte de lo mismo.
Les adelanto parte de la historia de la peli: un dios crea dos tapires bebes y lo suelta en una selva húmeda y abundante, estos cambiarán de escala, forma y sexo según las temperaturas del ambiete y sus propios miedos. Por momentos serán pequeños, hombre o mujer o ambos sexos, serán antropomorfos, zoomorfos etc. Miles de diálogos profundos sucederán alrededor de sus tranformaciones, diálogos internos y comunitarios para existir y habitar esa selva. Estos bichos temen a algo pero no saben exactamente que es, y para palear sus miedos inventan cosas entre ellas el fuego. Poco a poco van teniendo la sensación que su mundo comienza a achicarse y no saben muy bien porque.
La peli apunta a desarrollar discusiones que se han dado a lo largo de la existencia de la humanidad, y una ficcion de diálogos existentes en el mundo animal. Está basada en la historia del Tapir y del pueblo Selknan, la tome desde el día que descubri que su historia es muy parecida." Gabriel Chaile