Nota publicada online
La exposición, que actualmente puede verse en Proa 21, pone a disposición del público una amplia y valiosa documentación que permite adentrarse, tanto en el contexto como en la trastienda de una acción que se ha convertido en un hito del arte del siglo XXI y que, a más de dos décadas de su realización, vuelve a tener relevancia al unir un pasado no tan distante con las turbulencias del presente.
Cuando la fe mueve montaña, 2002. Dos décadas después, es una muestra que despliega un muy completo y valioso material de archivo constituido por registros fotográficos, documentos, afiches, pinturas, videos y textos acerca de la acción performática llevada a cabo para la III Bienal Iberoamericana de Lima (2002) por el artista, arquitecto y urbanista Francis Alÿs (Bélgica, 1959), el crítico y curador mexicano Cuauhtémoc Medina (México,1965) y el realizador cinematográfico Rafael Ortega(México,1965). Este archivo, lejos de estar enquistado en un tiempo pretérito, es un archivo vivo dispuesto a seguir iluminando una experiencia extraordinaria.
El 11 de abril de 2002, alrededor de quinientos voluntarios, la mayoría estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería de Perú, formando una inmensa hilera y portando palas consumaron el acto de desplazar algunos centímetros una duna de 400 metros de diámetro ubicada en Ventanilla, periferia de la ciudad de Lima. La obra, titulada Cuando la fe mueve montañas, resultó una respuesta épica y absurda a la situación desesperada que significó la declinación de la dictadura de Alberto Fujimori con su consiguiente convulsión política y callejera pero también una propuesta para poder reflexionar acerca de las migraciones que venían produciéndose desde el interior del país andino y la consecuente formación de asentamientos llamados “pueblos jóvenes”.
El acontecimiento, pensado por Alÿs como un beau geste, un bello gesto, al mismo tiempo heroico y comunitario, tuvo como lema “Máximo esfuerzo, mínimo resultado” contradiciendo así uno de los principios básicos de la economía capitalista y de la gestión empresarial, pero rescatando la significación que implica el gasto desmesurado e irracional como condición de posibilidad para lograr un cambio histórico. Uno de los textos testimoniales que se pueden leer en la exposición lo explica de esta manera: “Cuánto se movió la duna, no es importante, digamos para concluir una discusión: la montaña se movió lo necesario”.
Formado en Europa, residente en México desde la década del ochenta y viajero incansable, Francis Alÿs ha abordado una variedad de temas estando siempre atento a los contextos sociales, políticos y culturales. Sus trabajos están ligados íntimamente con los espacios urbanos, con sus permanentes procesos de cambio, modernización, conflicto e impacto en las identidades de sus habitantes sin descuidar el papel del artista en esas circunstancias.
En las salas de Proa 21 se pueden observar ejemplares de revistas y periódicos peruanos cuyos titulares grafican el clima de época, mapas de la zona donde se llevó a cabo la acción, carteles y volantes informativos, correos electrónicos entre los implicados que atestiguan estados de ánimo, expectativas y la exaltación de la tarea cumplida, dibujos del artista que se emparentan con un story board de lo que se llevó a la práctica, una pared cubierta de afiches callejeros y abundantes fotografías, tanto con vistas panorámicas como en detalle de los voluntarios, así como de quienes ahora comparten la autoría de la obra. Dos pequeños óleos pintados por Alÿs dan cuenta de la labor emprendida para la financiación del proyecto y sus vaivenes posteriores a través de coleccionistas. También se pueden leer breves textos, suerte de reflexiones al margen, que resultan de mucha utilidad a la hora de un acercamiento conceptual integral.
Además del video documental de Rafael Ortega acerca de cómo se planeó y concretó Cuando la fe mueve montañas, se exhiben otros correspondientes a un ciclo organizado por el MALBA durante 2020 titulado “Rumor”. En ellos se incluyen los testimonios del crítico peruano Gustavo Buntinx, de Richard Perales, miembro del centro de estudiantes que resultó esencial para que la convocatoria de participantes resultara exitosa, de los historiadores Mark Godfrey y Natalia Majluf y del cineasta Rafael Ortega, estratega fundamental de la puesta en escena y del registro definitivo. Completa esta serie un diálogo con Francis Alÿs y Cuauhtémoc Medina moderado por la curadora Sharon Lerner.
Según declaró Cuauhtémoc Medina el día de la inauguración, la idea es hacer circular este archivo por diferentes ciudades, hacerlo circular para su recuerdo, conocimiento y por su doble pertinencia histórica. Dos momentos históricos, dos existencias consecutivas, diferentes y complementarias de una misma obra. Una coincidencia: ambas existencias dialogan con tiempos de confusión e incertidumbre.
Proa 21: Av. Pedro de Mendoza 2073
Jueves a domingos de 12 a 19 hs hasta octubre