En esta primera muestra individual en Galería Zurbarán, Antonia Guzmán pone en escena, una vez más al color como eje central. Ella es el color. Con más de 70 exposiciones individuales, en Argentina y el exterior, desde fines de los años ochenta, la artista ha construido una poética basada en la primacía del color.

En esta oportunidad presenta quince acrílicos sobre tela de su producción reciente, realizadas entre los años 2022 y 2024, de diverso formato y un conjunto de 12 acuarelas sobre papel hecho a mano del año 2016 a la fecha que integraron su exposición individual en el Museo de Arte Contemporáneo de Mérida, México y que se exhiben por primera vez en Argentina.

Las obras sobre tela, de paleta intensa son cada vez más sintéticas. Desde lejos vislumbramos amplios campos de color intervenidos por una escala luminosa de muy suave resolución. Antonia tiene una forma de trabajar el color muy personal; cada plano está trabajado con negro, logrando así un valor bajo y consiguiendo, de esta manera, zonas más y menos iluminadas que le dan cierto movimiento. Por lo general trabaja con una paleta reducida y consigue contrastes, básicamente, a través del claro-oscuro y de la combinación de colores cálidos y fríos. Guzmán suele ubicar un color de la obra al máximo de saturación, con lo que irradia luminosidad a todo el plano.

Su libro de artista “Década” es un estandarte que comenzó en 2014 y terminó en 2024. Un Nuevo vínculo con el tiempo “Depende como lo miremos, se presenta el pasado o el presente.”

"En medio del caos los vínculos generan refugios de supervivencia. Son relaciones primarias, de geometría mínima, que conectan pasado y futuro. Son el presente. Los vínculos son también un encuentro entre planos temporales cruzados, un instante o una historia vital que se multiplica al infinito," asegura Antonia Guzmán y, mientras tanto, su obra continúa buceando en la misma indagatoria recurrente: ¿qué nos une al Universo infinito y al más cercano?

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