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El sábado 20 de julio, a las 13.00, se inaugura en el Museo Benito Quinquela Martín la muestra “Pasajes”, de Silvina Benguria, destacada artista argentina de proyección internacional que expuso su obra en Estados Unidos, Finlandia, Holanda, Italia, Japón, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay.
Original muestra de una artista que ha creado un mundo propio en el que conviven viajeros, barcos y dinosaurios
La exhibición, curada por Víctor Fernández, Director del Museo Benito Quinquela Martín, está integrada por una serie de pinturas que muestran en toda su dimensión la inconfundible personalidad de una artista que, entre otros reconocimientos, ha recibido el Primer Premio de la Bienal de Valparaíso, Primer Premio del Salón Nacional de Artes Plásticas, Primer Premio de Boca 100 años y la beca Pollock-Krasner Foundation en Nueva York.
A propósito de la artista y su obra, escribe Víctor Fernández: “Hay que saber mirar muy profundo, para hallar en el múltiple universo que nos rodea las imágenes capaces de develar el alma secreta de las cosas, o las íntimas pulsiones que nos animan. “También hay que conocer a fondo el oficio de la pintura, para poder traducir con precisión aquellas imágenes. Pero una vez conquistado todo eso, hay que poder asomarse a ciertas inasibles magias, para que florezca el “encanto”, esa cualidad que (según O. Wilde) distingue inconfundiblemente al arte.
“Y es precisamente el encanto, lo primero que viene a nuestro encuentro cuando nos acercamos a las obras de Silvina Benguria. Misteriosas y encantadoras son sus embarcaciones sumergidas en humos y nieblas multicolores. Idílicas las atmósferas de las que emergen entrañables “monstruos” antediluvianos. Y sobre todo encantadores, los seres y situaciones profundamente humanos con los que irremediablemente empatizamos. Porque esos seres parecieran reflejar nuestros sueños y avatares, nuestras glorias y pequeñas miserias. Son frágiles y a la vez poderosos; circunstanciales, pero con un potente hálito de atemporalidad que los anima. Son a la vez vulgares y muy distinguidos. Son acaso, un vasto autorretrato de la humanidad, en el que por supuesto, no falta la ironía ni el humor. No la ironía capaz de herir a un semejante, sino el elegante ejercicio espiritual que en la paradoja y el absurdo halla las claves de una comunicación autentica y profunda. Y por eso, de alguna forma (de todas las formas) adivinamos que “somos” los personajes que Benguria retrata.
“En su Prometeo encadenado, Esquilo presenta a dioses que aluden a los humanos llamándolos ‘los efímeros’. Y seguramente porque nos sabemos efímeros, es que entre otras cosas dimos con el arte, que cuando encuentra miradas como la de Silvina Benguria, nos ilusiona con cierta encantadora fragancia de eternidad.”·
La artista
Silvina Benguria nació en Buenos Aires y expone su obra desde 1965. Residió varios años en Roma y sobre su obra han escrito los más importantes críticos del arte: Carlos Espartaco, Rosa María Ravera, Guillermo Whitelow, Jorge Glusberg, Fermín Févre, Ernesto Schoo, Alvino Dieguez Videla, María D'Adamo, entre otros. Sus obras forman parte de las colecciones permanentes de importantes museos de Argentina, Centro América, Estados Unidos de América, Canadá, Italia y Japón.
Sobre esta muestra, escribe Raúl Santana: “…observa el correr o el detenerse de diversos personajes, y se deleita con su expresión a través de sus elocuentes miradas; plantea el enigma soberbio de navíos desafiantes; disfruta del mundo dinosaurio y se recrea con sus colores enérgicos. En un rojo prohibido, y haciendo gala de su ironía y mordacidad en el momento de tener que elevar sus pensamientos de los demás sobre la tela: Benguria logra que su obra no nos sea indiferente.