Apasionada y versátil Marisa Insúa es una artista que deja una marca significativa en el mundo del arte a través de su expresión creativa y su participación activa en la escena artística tanto a nivel local como internacional. Su trabajo continuo y su compromiso con la excelencia artística la convierten en una figura influyente en la comunidad artística contemporánea.

Marisa Insúa presenta la muestra "Lo invisible anida en el cuerpo” en la Villa Cármen, con curaduría de Luisa Heine y texto de Eugenia Luases.

Es sutil, intangible, a veces innombrable, pero lo sentimos, nos habita. Trabaja en silencio, en la intimidad. Construye y deconstruye sin tregua. Sus materiales son las emociones, los pensamientos y la memoria recortada en retazos que el hilo de la palabra quiere coser.
La obra de Marisa Insúa es un intento de asir esa presencia invisible que anida en el cuerpo.
Anida especialmente en la cabeza, y por medio de la metonimia alude al cuerpo entero e invoca a la identidad siempre en fuga.
¿Qué nos habita? La buhardilla de la cabeza guarda la historia, sus harapos queridos nos abrigan y nos permiten soñar.  En sus paredes se adosan ideas fijas, anquilosadas, piedras pesadas agarradas de las fisuras. Ya casi no duelen, se convirtieron con el tiempo en partes de la arquitectura del cerebro.
Por momentos lo que nos habita es un fuego ardiente que nos quema.
Sale por la lengua y borda lo indecible. ¡Dilo, dilo! Resuena urgente.
La cabeza a veces se traslada a otras partes del cuerpo, fluye lo femenino por un río rojo hasta el útero. Descansa lo propio y se vuelve puro dar, se multiplica en alimento, en placer o en sacrificio. Oro ofrecido.
Marisa Insúa nos convoca a la autorreflexión, a flexionarnos hacia nosotros mismos y asomarnos a la complejidad que nos constituye.