Digo la Cordillera
El viaje como obra
08/03/2013 - 06/04/2013
MBAS | Museo de Bellas Artes de Salta
Avenida Belgrano 992. Salta Capital.
Digo la Cordillera

La muestra Digo la cordillera de Carlos Gómez Centurión, se presenta desde el 8 de marzo a las 20.30 en el Museo de Bellas Artes de Salta. Curada por Fernando Farina, se exhiben dibujos y pinturas que el artista realizó en sus expediciones por las montañas, trabajando al plein air, como los artistas de siglos pasados. 

Texto del curador:

De artistas, cerros y viajeros

¿Qué y cuánto se muestra en esta muestra? ¿Por qué tanto empeño por subir a los cerros, por recorrerlos? La primera aproximación para tratar de esbozar una respuesta –suponiendo que existe- es la relación de Carlos Gómez Centurión con la cordillera, la motivación para pintarla, el impulso, la necesidad, que por momentos se convierte en una confrontación, en otros en un diálogo, y en ocasiones en la aceptación de que es la cordillera la que ordena y que él solo termina siendo un instrumento de ella.
De cualquier forma, se trata de un encuentro.
¿Por qué un artista invita a otros a compartir esa experiencia? ¿Es la necesidad de una compañía? ¿De tratar de entender cómo otros p odrían abordarla? O es una operación fundante del propio artista, quien asume que el acto es la obra, una aventura con mucho de épica. Y acaso lo que termina mostrándose son solo retazos de algo que ni siquiera se busca representar.
Pero el viaje y el encuentro conllevan otras operaciones. La referencia a la historia está presente, seguramente porque es inevitable retomar el camino de los pintores viajeros, y la fisionomía resuena (esa creencia de que el artista puede decir algo que no puede registrar una cámara).
Un misterio. Es como que todos sabemos que eso sucede pero no tiene explicación. ¿Acaso se puede captar el espíritu de la montaña? ¿Se podría retomar la idea del aura y suponer que se podría registrar de alguna forma?
Hay una sospecha de que los que hicieron ese camino antes saben algo más que nunca revelaron.
La idea romántica invade y aparece continuamente. Porque la obra no es un viaje que concluyó sino una pregunta que transcurre a lo largo del viaje, de tantos años, de muchas geografías.
Pero aunque quisiéramos es imposible mostrarlo todo. La cordillera es inmensa, hay que realizar esfuerzos inconmensurables y poco se puede cambiar, al parecer. La vulnerabilidad flota en el aire, en todos los sentidos.
Y el arte, siempre; la permanente pregunta, esa operación donde la obra ya no persigue la mímesis sino que habla de ella misma. Donde cada pintura incluso llega a negar el referente o, al menos, se desliza en la incertidumbre acerca de la posibilidad de representar la cordillera.
Ese es el otro mundo que se abre, el de las energías, los colores, las sensaciones, las formas, los olores, que quedan guardados en algún lugar (como impregnando la memoria, pero no necesariamente la retina) y que comienzan a pelear por aparecer en las tela s.
A veces los cielos y las aguas se revuelven y se confunden con la cordillera, en otros casos la roca o la selva pasan a ser protagonistas, o la sal lo impregna todo.
En definitiva: irrupciones del artista.

 Fernando Farina

Ubicación

MBAS | Museo de Bellas Artes de Salta
Avenida Belgrano 992. Salta Capital.