Nota publicada online
En Miranda Bosch Arte, espacio que dirige Eleonora Molina, Augusto Zanela y Luis Rodríguez parten de juegos ópticos para hacer arte.
Rotación, giro, repetición. ¿Bailar el Mambo o intervenir el espacio?
Mambo es en realidad una impactante intervención en el espacio de dos artistas que buscan a través de la imagen generar nuevas realidades o, mejor dicho, ilusiones ópticas.
Formado como arquitecto, Augusto Zanela es un verdadero investigador de espacio y, mas precisamente, un investigador de los procesos de formación de imagen (proyección- reflexión- refracción) aplicados a la fotografía, el video y las instalaciones.
Inspirado en la Plaza del Campidoglio de Miguel Angel, se dedicó a investigar la perspectiva y los juegos ópticos. Si bien le llamó la atención el diseño de planta ligeramente trapezoidal de esta genial obra urbanística de 1536, lo que más le atrajo fue la rosa de los vientos dibujada en el pavimento; notablemente aplanada y deformada y que sin embargo, según donde se ubique el observador, éste puede distinguir su verdadera forma circular. Este fue el paso inicial de este Mambo de geometrías complejas.
“Cada obra que realizo está concebida como un proyecto global”, afirma el artista- “y el que manda es el espacio.” En el caso particular de Miranda Bosch eligió la escalera y una puerta que se enfrentan a la vidriera y, en el primer piso, el área del ascensor, “un espacio totalmente inusual para exhibir arte”. Partiendo de la figura de círculo el material elegido en un caso fue un vinilo naranja fluorescente y cinta de pintor -negra y azul- en el otro. Se trata de un trabajo complejísimo que le demandó más de una semana de trabajo sólo la instalación. La preproducción implica hacer un replanteo minucioso del lugar, fotografiarlo, encontrar el punto de vista exacto y a partir de allí, ayudado por proyectores digitales, descomponer la figura y trasladarla al soporte techo/ pared/ marco/ puerta/ pared interna del ascensor. “Para mis primeras obras elegí siempre figuras sencillas ya que las realizaba calculando complicados algoritmos, ahora con la ayuda de proyectores la tarea es mas sencilla”.
La obra se completa con una fotografía final. El martes, mientras las sombras de la noche avanzaban en la galería, el artista pintaba con luz negra el vinilo fluorescente de su Geodesia al tiempo que una cámara de placa registraba la performance. El resultado será una fotografía de gran formato que, suponemos, impactante.
Luis Rodríguez, ex alumno y asistente y también con gran experiencia en trabajos murales, interviene dos paredes de la galería pero, en su caso, dibujándola. Con la única ayuda de un pistolete y un marcador crea figuras danzantes. En homenaje a la pintura surrealista “Desnudo bajando la escalera” de Duchamp, la obra de Rodríguez provoca graciosamente a quien se anime a subir por la escalera al primer piso. En una pequeña sala del segundo piso sorprenden unas gotas de vidrio negro que desafían a la gravedad emergiendo de la pared. Esta original obra es el resultado de una residencia artística en la Cristalería San Carlos que realizó este joven artista rosarino.
Pero, sin dudas, la obra cumbre de este Mambo es la que se encuentra en la sala de reuniones: Araña Cúbica, una obra concebida por ambos artistas en la que una forma construida por tubos de neón y que cuelga del centro de la sala se refleja en un espejo ubicado en un extremo y a su vez en otro fraccionado y ensamblado. El punto de vista de ventaja lo tendrá el observador que se siente en la cabecera y pueda apreciar en medio de este infinito de luces, el cubo que se forma.
¿Quién tiene el poder en este Mambo? ... Justamente quien se ubica en el punto de vista de ventaja.
Miranda Bosch
Montevideo 1723
Hasta el 15 de mayo 2015