Nota publicada online
Victoria Schiopetto es fotógrafa y, como tal, gran observadora de la belleza. El fotógrafo dibuja con luz y su arte radica de inmortalizar esos instantes mágicos que luego revivimos cuando volvemos a mirarlos. Pero ella va mas allá: su búsqueda está orientada a revelar el paralelismo inconsciente que nosotros creamos; esa realidad que vemos y que es propia de cada uno de nosotros. “Las imágenes que se encuentran en nuestro inconsciente condicionan la realidad que vemos”, afirma y esto es lo que Schiopetto presenta magistralmente en la galería Jackes Martínez en San Isidro.
Hace unos años descubrió una técnica que la llevó a investigar en este camino de tomar conciencia de esa percepción y poder ampliarla. A partir de impresiones de chemigrams únicas, sobre papel tratado químicamente, aleatoriamente, de manera tal de crear formas abstractas. Las gamas de color las logra con los químicos y detenedores con los que trabaja. El tiempo también influye en el resultado y, en el proceso también interviene su inconsciente que dialoga con sus emociones y la remite a aquello que se encuentra en lo mas profundo.
Victoria trabaja con papeles chicos, muchos de ellos, que luego digitaliza y amplía. Allí es cuando comienza el verdadero “juego de encuentros” en el que la imagen abstracta le trae a la memoria alguna de las imágenes que responden visualmente a un mundo paralelo donde lo consciente y lo inconsciente se cruzan visual y sensorialmente en una búsqueda por la armonía. El mundo que vemos no siempre es el que nos mira. La mirada de quien mira está cargada de sentido y un sentido que hay que descubrir.
La obra fotográfica libera la imaginación de quien la recibe, eso es poesía y, como afirma Marie-Anne Gilotaux en el texto de la muestra, “la obra de Victoria Schiopetto devela el imaginario de quien la observa, es definitivamente poética, es experiencia de libertad y de creación.”