Nota publicada online
La exposición curada por Fernando Davis, reúne dibujos, escritos y collages realizados por Alberto Greco entre 1963 y 1964. Un conjunto de obras forma parte de la serie de las “tómbolas”, que Greco proyecta en Madrid en 1963, su “relato policial” Guillotine murió guillotinado y documentación sobre sus acciones en Piedralaves. Una última sección de la exposición reúne algunos documentos de Buenos Aires de 1960 y 1961.
Conforman el conjunto exhibido, una serie de papeles con dibujos, escritos y collages que Alberto Greco (1931-1965) produjo en España entre el 63 y el 64, muy poco antes de su fallecimiento. Fernando Davis viene siguiendo su trayectoria y nos lleva a comprender el valor que el texto, la escritura y también la literatura y la historieta, así como las letras de tangos y boleros, fueron centrales en la producción de la obra de Greco.
La muestra se titula precisamente La mala letra como multiplicando un significado que califica como anómalo, negativo, reprobable, que difiere de lo bueno y deseable. Como cuenta Davis en el texto curatorial: “la ‘mala letra’ traiciona la correcta caligrafía que se moldea a través de toda una pedagogía disciplinaria del cuerpo y de la mano. Una mala escritura cuyo flujo -inconstante, torcido- obedece a las intensidades del cuerpo, a la experiencia de la deriva en la ciudad”. Como captando rastros de un recorrido o pautando bases de atención dentro de un ejercicio de flaneur, un cierto “tiempo perdido” recuperado mediante el collage, los montajes y el dibujo, pero incluidos en una secuencia de datos confusos, textos superpuestos, de cuerpos abiertos y cargados de una sexualidad promiscua negociada en la clandestinidad de los baños públicos del gueto gay de París.
En una selección que abarca muy poca obra a la venta y sí algunos préstamos de coleccionistas, esta muestra presenta una serie de propuestas como la presentación de la película “Alberto Greco. Obra fuera de catálogo” de Paula Pellejero, con posibilidad de conversar con la autora. O la intención futura de realizar una lectura performática de la novela Guillotine murió guillotinado, presente en una sala como documento clausurado en una caja vidriada. Precisamente en 1963 en Madrid escribió este relato policial que toma como punto de partida el magnicidio del presidente Kennedy así como la referencia al asesinato de su asesino, Lee Harvey Oswald mientras era trasladado a prisión. Como un collage, la escritura introduce cortes y discontinuidades con andanzas de Greco en Madrid, absurdos diálogos e interferencias con el texto en el que está trabajando. “¡No puedo más me harta escribir!” y confiesa que le es imposible concentrarse a veces. Es un texto en el cual lo fantástico se entrelaza línea a línea con la realidad hasta convertir el arte en absurdo. Todo es en torno al suspenso de un asesinato, quizás cometido y por acontecer. Todos serán asesinos, es el planteo último. Sobre estos rastros de mundos subterráneos y su capacidad de explorar todo, está lo que en 1960 ya había comenzado a hacer, unas joyas usando clavos de herraduras de caballo soldados con alambre de plata. Cuentan que, inspirado, hace una serie de espirales cerrados que usaba como botón de solapa. Decide hacer nacer la Orden de Greco distinguiendo a quien él designaba con este botón que no significaba ni más ni menos que la orden de él mismo sin otra representación de ideas. Aquí se exhibe un colgante de esa serie de la que no se conocen cuántas existen, admite Davis.
Rollo de papel higiénico, clavos de herraduras de caballo, papeles pintados con tinta negra, hollín, brea, fluidos corporales, lo que estuviera a mano era bienvenido. Del mismo modo su escritura es como contó Antonio Saura: “cada obra de AG es en sí misma un fragmento de vida, pero es también parte de un todo inconcluso, proliferante y generoso, y como la vida misma, un lugar de encuentro y experiencias, un poblado espacio en que el arte se reúne en azarosos acontecimientos, lúcidas afirmaciones, dramáticas situaciones y alzamientos bienaventurados”, y concluye: “como un diario de adiciones y superposiciones, como obedeciendo a un sismógrafo interior”.
Mezcla conversaciones con amigos, letras de tango, representaciones de objetos en situaciones del momento, ideas políticas y sociales, imágenes que remiten al grafiti callejero, a la publicidad y a toda una anarquía de la forma”. Aquí se presenta un fragmento del rollo que realizara en Piedralaves, esa ciudad de Castilla famosa por sus intervenciones efímeras de las cuales el registro de fotos es de Monserrat Santamaría. Son 200 metros que recrean la aventura de lo real, su incorporación completa del arte en la vida misma y narra el involucramiento de todas las personas de ese pequeño poblado que queda así en el gran rollo Manifiesto del Arte Vivo-Dito según Greco: “el testamento más importante que un hombre VIVO puede hacer”, confiesa en una de sus cartas. La película de Paula Pellejero hace un buen racconto a lo largo de 15 años de trabajo ininterrumpidos documentando su propia biografía, artista y persona, junto a la búsqueda del significado que Pellejero analiza en un reportaje: “Poner la mirada actual en la obra de Alberto Greco, creo, que es de sumo valor para los tiempos que vivimos. El gesto mínimo, sin la intensión de hacer grandes cambios pero que a su vez, poner en cuestión la escala de valores establecida y el mundo en que vivimos. Esos gestos que nos hacen ver sinceramente a nuestro alrededor y por lo tanto ver al otro y a nosotros mismos.”
Registros e intensidades de la palabra, en Greco pasan de la narración ficcional al relato autobiográfico, de la poesía a la conversación, de la carta al manifiesto. En El Gran Rollo Manifiesto de Arte Vivo dito, Greco escribe también su propia cronología del vivo-dito:
- 1954 Firmé paredes, objetos, calles y baños de París en compañía de la Penalva Lerchundi
- 1961 Firmo la ciudad de Buenos Aires
- 1962 Febrero expongo ratas vivas Sala Balsac galería Krause
- 1962 Museo Arte Moderno París me consagro y me expongo como obra de arte
- Junio 1962 Manifiesto dito (dedo) del Arte Vivo
- 1962 Agosto – París primera manifestación de Arte Vivo-dito dedicada a K.W.Y. consistía en firmar viejas y negocios de antigüedades
- 1962 firmo 32 cabezas de cordero degolladas en el mercado Leal de París. Firmé el mercado con un dedo en el aire
- 1963 incorporación de Objets vivant (gente) a las telas
“Abrir continuamente las puertas a todos los que vienen atrás, crear nuevos valores. Acabar con lo solemne y lo sagrado.” Escribió en el Manifiesto del Arte Vivo-Dito en París 1962 que pegó en las calles como carteles. Vayan a descubrirlo!