Para Nat Orlowski, su proceso creativo es una forma de dar a conocer su ser más profundo, a través de la pintura y la conexión con lo que crea. “Es enorme la satisfacción que siento al ver que su obra se revela de manera inesperada, como si cobrara vida propia,” afirma. La importancia de la sincronización en su trabajo es fundamental, ya que requiere que todo ocurra al mismo tiempo.

Orlowski trabaja con el agua y con pigmentos, es el sol el que fija el color en la tela; el sol y su propia energía. En las obras exhibidas aparece la "caligrafía del agua" que es fundamental en su obra. Estas obras reflejan una conexión con la astrología y los arcanos del Tarot, revelando formas y figuras que evocan ciertas imágenes simbólicas, como la Sacerdotisa o el Emperador. Nat se reconoce como artista figurativa, aunque también, como en el caso de estos “Registros” abarca la abstracción.

¿Cómo es la experiencia del taller?

“Necesito concentración total para realizar este tipo de obras. Pinto de día, a cielo abierto y trabajo sola, sin ayudante. Son obras que miden, en algunos casos, más de 3 metros. Dejo que la obra fluya, si me dejo llevar por mi deseo personal, la magia no sucede.”

Natalia Orlowski reflexiona sobre la conexión entre las experiencias emocionales y la carga que llevamos en silencio. Para ella lo que registramos emocionalmente es lo que vivimos repetidamente, y nuestra alma debe estar en armonía con nuestro cuerpo para poder liberar esas cargas. Cada una de estas obras son una metáfora de ideas encriptadas, como un mensaje hermético. Allí reside el misterio.