Nota publicada online
El pasado martes se realizó la presentación de parte de la obra que viajará a Venecia en el Palacio San Martín y de la que participaron referentes de la cultura.
“Es la primera vez que el público tiene la oportunidad de ver un adelanto y puede espiar lo que se verá en Venecia”, afirmó Paula Vázquez, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería Argentina, durante la presentación de la artista, Mónica Heller y el curador de la muestra, Alejo Ponce de León. Inmersos en un clima de fiesta, los participantes, escucharon el conversatorio y recorrieron el núcleo de obras exhibidas.
Un gran ojo, que todo lo ve y controla (a menor escala del que realmente formará parte de la obra en Venecia) domina la escena en el Salón de los Frescos del Palacio San Martín. A su lado, la inquietante imagen de un personaje femenino que se alimenta de su propio pecho -bebé y madre al mismo tiempo-, inspira ternura y cierta sorpresa. La video instalación multicanal de animación 3D que se verá en Venecia, lleva por nombre “El origen de la substancia importará la importancia del origen” y se trata de quince módulos independientes, con proyecciones y pantallas LED de distintos tamaños; el sonido envolvente y una ambientación de luz azul en el Pabellón Argentino, que busca alterar la percepción de lo real, invitado al espectador cuestionarse por lo que vendrá.
Un segundo video -que es parte de trabajos anteriores- nos introduce al visitante al universo poético de la artista. Mónica Heller desarrolla a través del dibujo, la pintura, animaciones 2D y 3D un despliegue de narrativas densas mediadas por personajes antropomorfos y objetos en relación con el mundo simbólico circundante. Sus personajes salidos de cuentos o fábulas asumen roles adultos en relaciones complejas que vinculan al espectador con representaciones cercanas en desplazamiento constante de sentido. Los principales recursos de su obra provienen de la transacción entre un imaginario fantástico como medio de interpretación y sublimación de lo real como experiencia inaprensible. Toma elementos retóricos y recursos del dibujo animado, la pintura narrativa, el video game y el cómic entre otros. Su obra se centra en el impacto emocional, social y existencial de imaginarios atravesados por el uso de la tecnología, los recursos de la animación amateur, el DIY, modelos CGI de bibliotecas en internet, el diseño y la edición.
Mónica Heller imaginó su proyecto a partir del lema que propuso Cecilia Alemani, la curadora invitada de la Bienal: “La leche de los sueños”, inspirada en un libro de Leonora Carrington, la artista surrealista inglesa nacionalizada mexicana. La idea central tiene que ver con la transformación del yo, del propio cuerpo y, por otro lado, el uso de la animación 3D -una disciplina que ocupa un lugar intermedio entre el cine experimental y el videoarte- y que le permite la fantasía total, el humor, el absurdo. Personajes sin cabeza, otros con cabezas que se deconstruyen, manos que se convierten en cabezas. Todo en relación con la literatura fantástica y del absurdo y que Heller realiza magistralmente.
El guión es una obra colectiva de la que participaron muchos artistas y se transforma simbólicamente en el logro de muchos detrás de una obra y que evidenció en un aplauso cerrado acompañado por gritos de alegría, al cierre de la charla.
¡Buen viaje! Botadura del envío argentino a la 59º Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, puede visitarse en el Salón de los Frescos del Palacio San Martín, Arenales 761. Con cita previa en la página de la Cancillería.