Nota publicada online
La impactante muestra Minimalismo, Posminimalismo y Conceptualismo / 60’ - 70’ en Proa, reúne obras de valor histórico y la muestra se convierte en una pieza de estudio para conocer los movimientos del arte del siglo XX.
Arte Online conversó con su curadora, Katharine J. Wright, académica y curadora independiente que vive y trabaja en Nueva York. Siguió una
carrera como profesional de museos y ha trabajado en varias instituciones, como el Whitney Museum of American Art, el Museum of Modern Art (MoMA), la Morgan Library y el Museum of Fine Arts de Boston.
La muestra persigue el exitoso plan que Fundación Proa desarrolla desde sus inicios, brindando un contenido conciso, con un montaje muy cuidado en sus salas que se acompañan, durante el tiempo de exhibición, con una serie de actividades paralelas muy valiosas. La selección se integra por nombres de peso: Solomon “Sol” LeWitt (1928-2007), Dan Flavin (1933-1996) y Fred Sandback (1943-2003) cada uno en una sala diferente, junto a Bruce Nauman (1941) que abre el espacio de planta baja y a Daniel “Dan” Graham (1942) el único que vendrá en agosto a Buenos Aires, para montar la única obra pública de la muestra que se emplazará en la vereda de Proa.
La curadora norteamericana Katharine Wright nos brinda una sonrisa amable cuando nos sentamos a conversar, y enseguida se muestra manifiestamente feliz con el trabajo realizado junto al equipo de personas tan eficiente que la acompaña en Buenos Aires. Me cuenta que la decisión de escoger sólo cinco artistas fue a partir de una conversación con la directora de Proa, Adriana Rosenberg quien sugirió que había que comunicar de forma clara en qué se basaban estos movimientos y dejar espacio en las salas para que la obra se expresara cabalmente integrando al espectador. Dos de ellos ya habían estado en Proa, Dan Flavin con una selección de obras lumínicas creadas entre 1963 y 1980, de octubre a noviembre de 1998 y Sol LeWitt-Wall Drawings, que estuvo desde diciembre de 2001 a marzo de 2002.
Lo primero que sale es la pregunta sobre las diferencias entre conceptualismo, minimalismo y posminimalismo y Wright responde que “todos llegaron casi al mismo tiempo a la escena de NY, eran segmentaciones de las que incluso los artistas mismos renegaban, pero todas tienen un eje común que es la idea como punto de partida”
Se explaya: “El minimalismo es más escultórico, usa objetos industriales y realiza ready mades por lo que es más objetual. El conceptualismo tiene una materialización menos objetual y el posminimalismo tiene los mismos procesos, pero incorpora el cuerpo en performance. Los posminimalistas desmantelaron todo vestigio de barrera entre el artista y la vida real, y se usaron a sí mismos como materia prima, lo que implicaba al espectador como potencial voyerista en ese proceso. Exploraron la viabilidad artística de las acciones cotidianas (caminar, masticar, tocar música) y aprovecharon los avances tecnológicos del video y la fotografía.”
Me cuenta que, para ella, Dan Graham y Bruce Nauman no hubieran existido sin la preexistencia de LeWitt. Graham sería un verdadero inclasificable para ella, pues hizo tantas experiencias que seguramente todas pasaban por la idea, pero se materializaban en formas muy diferentes. De hecho, el trabajo que va a montar en la vereda de Proa es una reinterpretación del laberinto, pero usando espejos bidireccionales que son reflexivos y transparentes cambiando esta condición de acuerdo a los cambios de luz solar. En el texto de presentación del trabajo del artista se lee: “A medida que los espectadores de cada lado caminan por este espejo bidireccional podrán observar los cuerpos de cada uno mirando a su vez aquello que rodea la PROA y al barrio.” Y Katharine afirma que “Graham ve estas estructuras como híbridos entre arquitectura y televisión.”
Hablamos entonces del rol del espectador, del trabajo que debe realizar en este tipo de arte que desafía en parte a la palabra autorizada del crítico o el teórico, otorgando un cierto poder real a las personas en relación a la interpretación de la obra y me responde que “sobre todo eso sucede en el arte conceptual donde la producción de los artistas se basa en compartir ideas, al punto que muchas de estas obras pueden volver a realizarse siguiendo un esquema de producción planteado por escrito por el artista, lo que las diferencia de la pintura pues es más difícil que alguien se proponga rehacer siempre la misma obra. En el caso del minimalismo, donde también existen los objetos, estos también son presentados sin la huella del artista, cuanto más industrializados y pulcros, mejor”.
También usan el espacio de la galería como inspiración, Sandback es un ejemplo, ya que él mismo definía su obra hecha con hilos de acrílico de diferentes colores como “una materialidad plena sin ocupar ni oscurecer” el espacio demarcado, aquí fue invitada su mujer quien, siguiendo las instrucciones, interpretó que el espacio de la sala de Proa tenía varios triángulos y desarrolló esas delimitaciones de planos que se ven tan etéreas en la sala, donde también vemos otras piezas de Fred sobre papel o en la pared. Muchos tuvieron una formación académica en filosofía y otros se inspiraron en Samuel Becket como Bruce Nauman. Le pregunto especialmente por esta relación del artista con el lenguaje y me cuenta una anécdota interesante, un personaje de Becket tenía un placer particular el de hablar con varias bolitas en la boca para producir sonidos extraños, algo que Nauman ensayaba y de hecho puede verse en los videos y en la obra que hace con neón en My Last Name Exaggerated Fourteen Times Vertically, 1967.
La conversación dura mucho en el café de Proa, pero concluimos con esto: “romper las estructuras predeterminadas sobre los rótulos del arte, burlarse de las clasificaciones como decía LeWitt: “Los artistas conceptuales son más místicos que racionalistas. Llegan a conclusiones inasibles para la lógica” se conectan claramente con la afirmación de “No hago algo nuevo, hago algo más” de Sandback” y dan una idea clara de qué vamos a compartir en un espacio lúdico, reflexivo y sugerente.
.......
ACTIVIDADES PROGRAMADAS
Sábados a las 17 hs. Inicio: 13 de julio.Charlas y recorridas por la muestra con aproximaciones interdisciplinarias a la exhibición, a cargo de artistas, teóricos y especialistas en arte y cultura
Agosto 2019
Proa Música Bajo la dirección de Martín Bauer, se presenta un nuevo Ciclo de Música Contemporánea inspirado en los grandes maestros del minimalismo.
14 de septiembre 2019
Cátedra Saltzman de Diseño de Indumentaria (FADU, UBA)
interpreta la exhibición de Minimalismo, posminimalismo y
conceptualismo / 60’ - 70’ a través del diseño de modelos de indumentaria.
En la explanada de Fundación Proa, el desfile presenta diversos prototipos originales diseñados especialmente por los estudiantes de los tres niveles de la cátedra.
Propuesta de Dan Graham para la explanada de Proa
El molinete es un espejo bidireccional, una estructura circular diseñada para que el espectador la camine y se sienta como en un laberinto hasta que llega a un punto sin salida. Los espejos bidireccionales son ambos reflexivos y transparentes cambiando esta condición de acuerdo a los cambios de luz solar. A medida que los espectadores de cada lado caminan por este espejo bidireccional podrán observar los cuerpos de cada uno mirando a su vez aquello que rodea la PROA y al barrio. El trabajo puede ser visto como un espacio lúdico o como una divertida casa de juegos para las más chicos.
La obra de Dan Graham no debe ser observado simplemente como un objeto escultórico en el espacio público sino que su propósito es que el espectador tenga una experiencia al atravesarlo