Nota publicada online
Bajo la curaduría de María José Herrera y Andrea Elías, ambas muestras son parte de un homenaje a Martorell que repasa su obra en el período comprendido entre los años 1950 a 1990, e incluye la edición de un exhaustivo libro-catálogo sobre su aporte a la geometría argentina.
La muestra en el MAT aborda la incursión de Martorell en el universo del arte textil, su manera de fusionar la pintura geométrica con las figuraciones del arte originario de su tierra natal.
Del 8 al 28 de mayo de 2014 – Salas 4, 5 y 6
Del 8 al 28 de mayo 2014. Tapices en el Museo de Arte Tigre
En la retrospectiva que puede visitarse hasta el 28 de mayo en el Centro Cultural Recoleta, se exponen obras de la prolífica artista nacida en Salta en 1909, desde mediados de los ’50 hasta parte de la producción de los ’90.
Andrea Elías –directora del Museo de Bellas Artes de Salta- mentora de este proyecto y consciente del valor de la obra de Martorell, impulsó a la familia para estudiar en profundidad la obra y los archivos. Convocó a María José Herrera, historiadora y curadora especializada en los años sesenta para llevar a cabo la investigación y juntas el guión curatorial de la exposición que se presentó en Salta entre noviembre de 2013 y abril de 2014. El 8 de mayo pasado se inauguró en Buenos Aires como parte de la itinerancia prevista.
En esta muestra el visitante se encontrará con las etapas geométricas de Martorell que se inician a mediados de la década del cincuenta. El recorrido comienza con el núcleo “Nuevas Realidades”, expuesto en la sala 4, en el que la obraFuga(1958/959 óleo s/tela, 110x110cm. col. María Martorell) concentra el paradigma de la búsqueda de esta época.Fugadata del período “de los hexágonos”, en los que Martorell comienza a trabajar en temas propios del Arte Concreto. En este caso en particular con la influencia del artista suizo Max Bill cuya obra conociera en su estadía en Europa.
También en la sala 4 comienza el núcleo “La vibración y la luz”, en el que María Martorell inicia la composición con ondas sobre planos de color que serán sello de su obra en adelante. En este grupo, se halla la serie que la artista comenzó a realizar a principios de los setenta y que denominó “siguas”, entre las que se encuentraSigua Aque está compuesta por un plano de color de fondo y una figura resultante de la superposición de ondas que se cortan a derecha e izquierda sin llegar a tocar los extremos del bastidor.
En la sala 5 otras cinco series – Circuitos, Círculos, Vía, Silencio, Homenaje a Albers- dan cuenta de los distintos tipos de trabajo del color y la vibración que Martorell experimentó en sus telas.
Finalizando el recorrido, en sala 6, el núcleo “La energía del color”, reúne obras de los sesenta y setenta, algunas de gran formato, como las de la serie “ecko”, en las que la artista salteña desplegó toda su destreza y talento fundamentalmente trabajando las ondulaciones.Ekho, (1968, díptico, óleo s/ tela, 181 x 150cm, col. María Martorell), es un ejemplo de ello. Ampliando la paleta de colores que venía utilizando e incorporado los formatos de díptico y tríptico, como sucede en esta obra, realiza un despliegue de bandas de color que se ondulan, se cortan al llegar al extremo del bastidor, pero dan la sensación de continuar.
Una nota aparte merece la instalación Banda Oscilante. La original fue realizada por Martorell en la galería El Taller –un subsuelo- en 1969. Las curadoras tomaron el desafío de reconstruirla para la exposición en Salta y nuevamente, para el Recoleta. En esta oportunidad se reconstruyó en un cubo de 3x3x3m, negro por dentro, con una banda de tres colores fluorescentes iluminados con luz negra. La alusión a la percepción psicodélica y la vibración lumínica atrapan al visitante, en una propuesta absolutamente sensorial.
Acompañan a esta exposición itinerante, una pieza musical compuesta especialmente por Daniel Doura y un catálogo-libro, que contiene una vasta reproducción de obras, ensayos, análisis de obras y una pormenorizada cronología. Con un diseño exquisito de Diego Scaro, el libro, no sólo muestra la obra sino que da a conocer la trayectoria completa de una artista única en el horizonte del arte argentino del noroeste.
Varias colecciones aportaron sus obras para esta exposición: Museo de Bellas Artes de Salta, colección de la Familia Martorell, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, el Museo del Banco Provincia de Buenos Aires, el Fondo Nacional de las Artes y coleccionistas particulares.
Por último, en esta itinerancia el Museo de Arte de Tigre, dirigido por María José Herrera, muestra dos óleos y los tapices que Martorell realizó y fueron tejidos por los artesanos de Molinos, en su provincia natal. Las obras reúnen modernidad y tradición con una geometría inspirada en el arte originario del NOA.
El CIC (Centro de Investigación Cinematográfica) colaboró a través de los alumnos de curaduría I, de la carrera de Curaduría y Gestión Cultural, en el montaje y en la inauguración, a cargo de su docente Eugenia Garay Basualdo, productora de la exposición.
María Martorell, la energía del color,una producción del Museo de Bellas Artes de Salta, financiada por el Ministerio de Cultura y Turismo de Salta y con el apoyo de auspiciantes de Salta y Buenos Aires,es un gran homenaje a esta artista que produjo incansablemente, que fue exitosa en Buenos Aires y en el mundo, brindado en cada pincelada su pasión por el color, en cada ondulación el movimiento y, en cada trazo su inagotable talento.