Nota publicada online
Arquitecto y pintor, el color es el principal protagonista de su obra.
Juanjo Cambre se reconoce pintor desde siempre. Recibió de su padre imprentero su primera caja de pinturas a la edad de siete años y su amor por las matemáticas. La arquitectura fue la profesión posible para alcanzar su meta.
Una vez recibido de arquitecto concurrió al taller de Yuyo Noé. En 1976, logra, después de recorrer todas las galerías porteñas, carpeta en mano, su primera exposición individual en la mítica galería Lirolay.
En 1981 obtuvo el Primer Premio de Pintura del Salón Municipal Manuel Belgrano y una beca para radicarse en Nueva York durante el año siguiente.
A su regreso, entrados los 80 cuando, pintaban mañana, tarde y noche con Alfredo Prior, Majo Okner, Ana Eckell y Rafael Bueno en sótanos, Cemento, Einstein y el Recoleta. Convocados por Jorge Glusberg formaron el grupo La Nueva Imagen y participaron de la Bienal de San Pablo en 1985.
En 1993 recibió el Primer Premio Amalia Lacroze de Fortabat y en 2005 el Primer Premio Trabucco.
Años más tarde, Costa Rica dejaría en su obra el sello de la naturaleza en su obra.
En los noventa “tropezó” con la vasija y ésta se convirtió en el “leitmotiv” de su obra. Por ese entonces Adriana Rosenberg abría su galería y le propuso una muestra de pequeño formato, y éste fue el inicio de un nuevo camino: un único tema y sus primeros monocromos. Un camino por el que transitaría a lo largo de diez años y en el que iría descubriendo el valor de los detalles
Años mas tarde también “tropezó’ con Marina Pellegrini, “una galerista comprometida, con un gran respeto por los artistas”, quien le propuso hacer su libro Marina Pellegrini 2008 organiza la antológica la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.
En 2017 realizó la muestra en Colección Fortabat, curada por Lara Marmor.
Tuvo a cargo además la curaduría de exposiciones en las galerías Vasari, Hache y Gachi Prieto y en la Colección de arte Alec Oxenford.
Su trabajo que tiene mucho del grabado por su técnica, de la fotografía por sus contraluces y del neoimpresionismo o puntillismo. Una obra que delata la preocupación por el color
Aquí la entrevista: