Nota publicada online
El Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA) presenta la exposición de Josefina Robirosa "Línea y vibración".
Se trata de una selección de obras donde se advierten repeticiones lineales y colores saturados, en sintonía con las corrientes op y pop del momento, según explica Rodrigo Alonso, curador de la muestra. "En estas piezas, línea y color son protagonistas absolutos"
Luminosa y vibrante, dos palabras que definen tanto su obra como a ella misma. Josefa, como cariñosamente se la llamaba, nunca fue una mujer común. Entusiasta, alegre y por, sobre todo, atenta a la dimensión espiritual de la vida, batalló en tiempos en que a las mujeres les costaba defender sus espacios e integró, en los 60, el Grupo del Instituto Di Tella, cuna de la vanguardia argentina, convirtiéndose a lo largo de su trayectoria en una referente del arte argentino.
La lindísima muestra “Línea y vibración” que actualmente se exhibe en el Macba, con curaduría de Rodrigo Alonso, reúne obras pictóricas realizadas por Josefina Robirosa(1932-2022, Buenos Aires) durante los años 1967 a 1973, período en el que la artista exploró las relaciones entre figura y geometría, dando vida a coloridas pinturas, con líneas paralelas irregulares en las que aparecen siluetas y personajes. Son pinturas que exploran los relaciones entre línea y vibración cromática que dan por resultado un tipo específico de abstracción geométrica.
Una soberbia pieza de 7 m de largo, pintada sobre chapa, da la bienvenida a la exposición. En "Seis en este mundo", de 1967, las líneas ondulan rítmicamente, adquiriendo un carácter expansivo y enérgico y creando volúmenes que el ojo tratará de descifrar hasta descubrir las formas humanas que allí aparecen, para impactar sensorial y emocionalmente sobre el observador.
Ubicada en la en la PB del museo, la obra entra en diálogo con obras de otras artistas mujeres y de distintas generaciones de la Colección. Una impactante obra de Carola Zech, de 10 m de largo, dos líricas obras de María Martolell y Cristina Rochaix y un video de la recientemente fallecida Elda Cerato. “Las une la importancia que le dan a la línea como herramienta de organización formal como elemento que define el andamiaje visual de manera contundente. Ya sean curvas o rectas, estas líneas protagonizan la composición y capturan la mirada; igualmente, generan contornos; movimientos, interfases y límites”, explica el curador en el texto de sala.
La sala del primer subsuelo nuclea piezas de Robirosa que dan cuenta de su experimentación en estos años en los que el conflicto político dejaba profundas huellas de violencia y como, hacia mediados de 1970, su obra comienza su deriva hacia una abstracción figurativa que luego transitaría.
En el segundo subsuelo Marta Minujín, Natalia Cacchiarelli, Cristina Ghetti, Alejandra Barreda, Valeria Calvo, Gabriela Böer, Leila Tschopp, Silvia Gurfein y Verónica Di Toro despliegan toda su potencia.
Josefina Robirosa: Línea y vibración, una lindísima muestra para dejarse tocar por esta alquimia luminosa y vibrante que contagia el arte y salir con el alma renovada.