Nota publicada online
En Fundación Osde se exhiben más de 90 esculturas ordenadas en cuatro núcleos que eluden el orden cronológico.
Materia, forma, símbolo es el título de la retrospectiva del escultor Jorge Gamarra en el Espacio de Arte de la Fundación OSDE. La tríada evoca el proceso de producción del artista que se enfrenta a la materia cruda, trabaja la madera, el acrílico o la piedra para darle forma y, finalmente, transformando el material inventa un símbolo que es, en sí, su propia experiencia estética. “Efectivamente, invención y ejecución resultan actos simultáneos de ese interés por formar que el artista aplica sobre la materia. Así, la forma es una unidad solidaria de pensamiento, sentimiento y determinaciones físicas, coordinadas por las leyes que la propia obra postula en su proceso de ejecución, en el hacer.”, afirma en el catálogo de la exposición la curadora María José Herrera.
El oficio, hilo conductor de la exposición, enlaza las distintas series que el artista trabaja desde hace cincuenta años y, a su vez, organiza los tres ejes temáticos sobre los que se mueve el espectador. “Acciones sobre la materia” ilustra las pequeñas y sutiles improntas, una marca de autor en Gamarra, sobre la madera o la piedra que resaltan con elegancia la síntesis formal. Torsión e Impronta funcionan como faros que iluminan las “acciones autónomas” practicadas en proceso de producción que azarosamente convirtieron la buena forma en formas anómalas.
El segundo eje “Línea en el espacio” invita a circular alrededor de las esculturas para transitar los ribetes de las maderas, las finas ondulaciones de las líneas sobre el espesor de la piedra y las versiones varias de obras como Ondulaciones o Ascensión. En palabras de María José Herrera: “Delgadas y leves, en general de maderas claras, parecen reaccionar al movimiento mínimo que una mano ausente les imprimiera. Se ondulan, ascienden, en una geometría aparentemente sin compás que les confiere aspecto orgánico.” Por último, “La belleza de lo útil” apela al oficio, al trabajo en un sentido social, a las herramientas como elementos primitivos del hacer del hombre y a aquellos materiales que permiten adecuar la forma a la función. Se exhiben piezas que combinan diferentes materias como bronce, madera y granito (Equilibrio –realizada en 1994- y Plomada –realizada en 2012-) e incorporan viejas herramientas, objetos que se posan sobre el material trabajado a la manera de viejos fósiles encontrados en excavaciones. “¿Qué le sucede al hombre de hoy cuando se encuentra con la huella?” se pregunta el artista. Fósil II, Tronzador y Compás son herramientas-fósiles que pueden servir de ejemplo para augurar una respuesta. En la misma serie, se incluyen acrílicos que Jorge Gamarra trabajó en los tempranos setenta, cercano al movimiento de arte concreto, donde revalorizó la luz e incorporó la virtualidad óptica.
Gota, una obra realizada este año, marca el cierre. La pieza se incorpora al final del recorrido como testimonio de una interrogación estética que confirma sus búsquedas y experiencias: cómo contradecir las características físicas del material. O, como manifestaba el escultor en 1973, “formas tendientes a la esfera perfecta. Formas restantes de la esfera perfecta. Oposición-equilibrio: material tecnológico-formas derivadas de lo vivo”.