Nota publicada online
El artista Jorge Macchi presenta "Retour", una experiencia que invita al público a tomar un lugar protagónico, en base a una exposición que despliega decenas de objetos que fueron desechados cuando cumplieron su función. Hasta el 30 de junio en Central de Procesos, San Isidro.
¿Por qué recolectar lo que la gente desecha?
¿Recolectar es volver a juntar lo que antes estaba diseminado?
¿Hay un orden oculto en el aparente desorden de lo que es desechado o soy yo el que impone un orden al desecho?
Jorge Macchi
“Entré por la bolsa de agua caliente”. Esto es lo que confiesan muchos visitantes a la Central de Procesos antes conocida como la Casa de la Cultura de San Isidro. Y es que, en la puerta, una gran bolsa amarilla de agua caliente invita a la muestra que, hasta fines de junio, puede visitarse en el casco histórico del municipio, justo enfrente a su emblemática Catedral.
Jorge Macchi es un artista contemporáneo reconocido internacionalmente; la Central de Procesos es un espacio dónde, Eleonora Jaureguiberry, Secretaria de Cultura de San Isidro e inquieta gestora cultural, convirtió en lugar de diálogo y experimentación. Aquí ella invita a distintos artistas consagrados a trabajar mostrando sus procesos creativos. No se trata de una “muestra tradicional", sino de un proceso que va creciendo y evolucionando a medida que ésta se desarrolla y en la que el público es un condimento esencial porque puede interactuar con la “obra” del artista y, así, entender el proceso de creación. Una manera también de “ser parte” y comprender las inquietudes y búsquedas de artistas como Macchi.
En esta oportunidad, Jorge Macchi trabaja con objetos encontrados en la calle, en Villa Crespo, allí done él vive y trabaja. Un papel arrugado, con una dirección que alguien anotó y luego tiró, un grafiti de un “No quiero” inmortalizado en una pared, un “Hola” sobre un colchón al lado de un contenedor de basura o una lista de compras que más tarde se convertiría en el menú con el que el chef Diego García Tedesco nos agasajó a un grupo de periodistas en esta casona enfocada a ayudar a interpretar el arte de nuestro tiempo. También esta bolsa de agua caliente, amarilla, tirada en el medio de una vereda. “Una bolsa de agua caliente la imagino en una cama”, afirma Macchi, “es algo íntimo, personal que sugiere introspección. Encontrarla en la vereda, abandonada, es casi incomprensible”. Será por eso que la fotografió y se convirtió en el ícono de este trabajo.
Casi como un arqueólogo de estos tiempos modernos, Jorge Macchi retrata un pucho pisoteado, un clavo retorcido y la cáscara de un huevo en la vereda de barrio de Villa Crespo. Un itinerario de viaje, con escalas, horarios, incluso el mapa del recorrido y el croquis de un mueble de cocina que encontró y que reproduce al pie de la letra. “Es como crear una realidad paralela”, comenta convencido el artista. Nadie sabe que ese mueble tiene un clon aquí, en la muestra. Una carta arrugada que encontró, desechada y olvidada, fue objeto de estudio de un grafólogo. “Esto me ayuda a conocer a la persona que la escribió, aunque nunca la conozca en realidad”.
A partir de estos elementos distribuidos en las paredes de este espacio de arte, los visitantes -adultos o niños y adolescentes de escuelas del municipio-, pueden vivir su propia experiencia. A partir de instructivos, cada participante, elige uno o varios elementos para armar su propia historia. Una manera de ejercer la libertad y la creatividad. La única consigna es esta: Permitirse abrir nuevos mundos que es, justamente, lo que el arte contemporáneo se propone. ¡Todos invitados!
Sobre Central de Procesos:
"La Central de Procesos nació en 2016 como un espacio para que nuevas audiencias comprendan el método de trabajo de los artistas contemporáneos, tanto desde el punto de vista poético como material. Una instancia de aprendizaje que aquí se propone a través de la propia experiencia de los visitantes”, comenta Eleonora Jaureguiberry, secretaria de Cultura de San Isidro.
En el año 2019, el prestigioso congreso internacional MuseumNext reconoció a la Central de Procesos como uno de los proyectos más innovadores de museos en el mundo.