Nota publicada online
La vida es de todos. Sin embargo tenemos una desigualdad constante y aún cuando te crees dueño del mundo, eres un desdichado si no consideras lo q tienes como un regalo....
La pandemia nos dio un tejido conectivo y una gran responsabilidad: al estar todos aislados pensamos en el otro y quizás nos vimos como él, siendo parte ambos del mismo universo, extrañando nuestros afectos.
Mis dos últimas exposiciones fruto de un sueño: unir la Divina Comedia con el pensamiento de Jung , en el cual somos ambos opuestos y trabajé “ el Infierno “ danzando con el cielo a través de serigrafías hechas en base de bocetos de Botticelli.
Van cinco meses que vivo en la Patagonia, en la perfección de la naturaleza en donde uno es tierra, cielo, montaña, pájaro, nacimiento, vida y muerte en continuo movimiento. La vida es solo siendo, es el devenir en el tiempo .Pude vivir plenamente los ciclos de la naturaleza , con vientos, frío, belleza, cansancio, tristeza, melancolía, dolor...
Tengo dos maestros: el vacío a través de la poesía y el símbolo con Jung.
El arte está constantemente en mi vida asi como la vida en el arte. A veces dialogan pero sé que la unión es pasajera y que subimos y bajamos una espiral. Estuve constantemente sacudida y ciclotímica. En las tristezas caminé mucho, trabajé la madera, y la tierra, con fuerza.
La paz viene entre esos movimientos de altibajos, cuando el trabajo es constante. Ser multifacética me sirvió mucho. Me emocionaron profundamente los ciclos completos de la naturaleza ya q vivimos en época de constante acelere , fragmentación y descarte. Caminando fotografíé con pasión el otoño y el invierno como metáforas o símbolos: de la gloria del otoño imaginé unos collages de vegetación y colores con hojas secas del otoño anterior intentando conquistar las raíces del cielo. También hice collages digitales entre imágenes de la historia del arte que me conmueven en intervenciones de agua / cielo/ mundo vegetal/ tierra.
En el invierno mis meditaciones y caminatas me aparecieron tintas chinas imaginarias que se transformaron en escrituras , en proceso de edición.
La convivencia con mi nieto de ahora dos años me regalo muchas risas, picardía y el maravillarse de la vida..