“En cada obra trato de encontrar una nueva manera de expresarme, una forma distinta a la anterior.” Esta frase –ploteada en una de las paredes del museo- lo define totalmente. Eduardo Mac Entyre fue un explorador de las formas. Le entusiasmaba trabajar el mismo patrón de diferentes maneras y esto se advierte en su cuantiosa producción.

Eduardo Mac Entyre nació en Buenos Aires, Argentina y egresó como dibujante industrial en 1948; decidió romper todas las obras realizadas hasta ese momento. Se inició en la pintura figurativa, pasando por el neoimpresionismo, el cubismo y el constructivismo, hasta llegar al arte abstracto geométrico. En 1952 formó parte del Grupo Joven, integrado, entre otros, por Miguel Ángel Vidal, Víctor Magariños D. y Federico Martino. Junto con ellos estudió las raíces del arte concreto, las teorías de Max Bill y Georges Vantongerloo y la escuela de la Bauhaus. Integró la Comisión de la Asociación Arte Nuevo, colaborando en la redacción y edición de la revista A.N. En 1959 cofundó, junto con Miguel Ángel Vidal, el grupo Pintura Generativa, término sugerido por Ignacio Pirovano para describir un arte que se propone generar formas nuevas y reflejar el proceso generativo de las cosas. Un año después escribieron el manifiesto Arte generativo, en donde hablan de cómo la pintura puede dar lugar a una serie de secuencias ópticas a través del desarrollo generado por una forma, por ejemplo, un círculo o un cuadrado. La exposición, organizada en cuatro núcleos, se inicia con las obras de su etapa temprana.

Mac Entyre desarrolló sus planteos ópticos a partir de la curva y el uso del compás, formando líneas que no solo engendran formas sino luz. “Su geometría va más allá de un simple juego sensorial; sus círculos y curvas devienen símbolos espirituales que alcanzan repercusión universal”, afirmaba Rafael Squirru.

Tras la primera muestra de Arte Generativo –realizada junto a Miguel Ángel Vidal en 1960– Mac Entyre concibió una obra rica en inflexiones. La exhibición enlaza los primeros trabajos no figurativos, próximos al arte concreto, con sus búsquedas dentro del arte óptico y cinético.

El guión curatorial reúne pinturas, cajas cinéticas, obras modulares y en papel que se articulan en cuatro núcleos que tratan: la producción temprana, las variaciones en la generación de la forma y la vibración a partir de la circunferencia, así como la preeminencia de la luz en la pintura y en la obra cinética. 

Según sostiene Cristina Rossi en el ensayo sobre el artista "A través del tiempo, Mac Entyre desarrolló una tipología con diferentes combinaciones, en los fondos y en el área central. En ocasiones trabajó la superficie del círculo contenedor con una materia densa que sumó su textura en relieve, hacia fines de los 70 concibió una variante inspirada en los tótems alados canadienses y, hacia fines de los 80, la concentración de la luz vertical de esta serie se presentó contenida por formas cuadrangulares diseñadas con planos y pliegues esfumados."

Y concluye: "El proceso de cambios en los fondos y las variantes en las tramas lumínicas centradas  fue quebrando el sistema mandálico de sus primeros veinte años de trabajo y permitió el surgimiento de composiciones asimétricas que redimensionaron el rol del espacio. El trazado recurrió a los arcos de circunferencia con puntos de apoyo fuera del plano, de tal modo que las composiciones descentradas se diferenciaron del período anterior y, al mismo tiempo, multiplicaron sus posibilidades de variación."

El último núcleo subraya el carácter libre y lúdico con el que buscó variantes para un mismo tema e invita al propio espectador a experimentar con las transformaciones de la forma.

Si bien, internacionalmente es reconocido por su imagen generativa, por esa línea pregnante con efectos vibratorios, Mac Entyre cultivó diferentes líneas de expresión, sea mediante la abstracción y las posibilidades de la representación figurativa como a través de la explotación de todos los recursos plásticos disponibles. Mac Entyre estaba abierto al cambio permanente, investigó el gesto, las manchas y la textura. Una selección de documentos y un conjunto de pinturas que así lo atestiguan están disponibles en vitrinas y en mesas de documentación.

Para finalizar la recorrida, en el segundo subsuelo y entre sus últimos trabajos, se exhibe un grupo de piezas que resulta una interesante interpretación del arte africano que el artista realizó hacia finales de los ‘90. Para ahondar en este tema, el sábado 3 se realizará un encuentro. + INFO

Tal como plantea Cristina Rossi en el libro que se presentará próximamente,"En todas estas experiencias visuales, desde las cajas hasta las reflexiones de la luz sobre los acrílicos tornasolados, Mac Entyre buscó llevar más allá uno de los principios que sostenía Vantongerloo cuando, en sus escritos se preguntaba por qué el arte no podría utilizar la radiación para expresarse, por qué no podría concebir el arco iris, pero no pintando su versión facsimilar, sino engendrando belleza como la que encierran los «inconmensurables»."

Eduardo Mac Entyre. La sutileza de la línea en MACBA from Arte Online on Vimeo.

"Me valgo de la circunferencia como elemento principal para el desarrollo de mi obra. […] forma que repite ante nuestros ojos constantemente la naturaleza. Nos identificamos con ella desde la gestación".

Eduardo Mac Entyre

*Sutilezas de la línea. Eduardo Mac Entyre
Del 28 de octubre hasta el 11 de marzo
Lunes, miércoles, jueves y viernes de11 a 19; sábados y domingos de 11 a 19:30 horas; martes cerrado
MACBA – Av. San Juan 328 – CABA
Entrada general $60-; miércoles $40