Nota publicada online
"Fotografías inconclusas" reúne imágenes que capturan gestos y momentos resignificados por la mirada de Longoni, sin perder de vista la importancia de la doble mirada, esa que el artista logra junto al visitante “Lo de Fotos inconclusas tiene más que ver con que son imágenes menos conocidas y yo verdaderamente creo que las fotos se completan con la mirada del espectador”
Quien tiene la oportunidad de conversar con Eduardo Longoni, no puede evitar sentir cierto orgullo por conocer a un artista de su talante y que sea argentino. Hace tiempo que tengo la suerte de trabajar con sus imágenes, sobre todo con estas nuevas series donde queda en evidencia que toma a la fotografía como una necesidad emocional y creativa. Además de ser un gran fotógrafo, reflexivo desde su cámara, es un excelente escritor, cogitabundo con sus experiencias y su trabajo, entonces, tuve la urgencia de preguntarle sobre la posibilidad de asuntos inconclusos con la fotografía:
"No lo sé bien, no tengo demasiados asuntos que me hayan quedado en el tintero con la fotografía. Creo que pude transitar distintos caminos con la cámara. La denuncia en los años de la dictadura, la violencia política y social intentando mostrar las injusticias. La vida de los escritores de mi adolescencia con Sabato Y Benedetti y los ensayos más elaborados de las fiestas populares y el mundo de la fe. Y en medio de eso el deporte también. Seguramente las fotos de La tablada son las más importante porque ayudaron a resolver un crimen horrible como es la desaparición de personas y a condenar al culpable. La más conocida La mano de Dios. Y mi mundo sigue siendo la fotografía. Siempre pienso en imágenes, siempre trato de reinventar algo que las tenga como protagonistas."
Cristias Rosas, fotógrafo, director de la Galería Phuyu y curador de la exhibición, compartió con Arte Online sus reflexiones:
Estas imágenes hablan de un tránsito, de un movimiento del artista y de la visión del ojo fotográfico de Eduardo Longoni en distintos lugares del mundo. No sería prudente pensar que son simplemente lugares aleatorios. Sino que detrás de cada sitio hay una decisión de estar ahí, hay una intención. Habría que asumir a cada espacio como un lugar ligado a la voluntad del artista sobre lo que nos quiere transmitir. Vemos mucha sensibilidad en imágenes silentes, estén o no acompañadas de personas o solo paisajes, hay una especie de reflexión desde el silencio. Hay una cita que me viene a mente de Salomón Rushdie, un poco a propósito del el título elegido por Eduardo: “Fotos Inconclusas” que dice - “ya sé lo que es ser un fantasma. Un asunto inconcluso, eso es”. Casi que nos dijera que hay un pendiente en cada uno de estos espacios, como un deber. Y finalmente, el gran “punctum” que se da en la muestra, (para decirlo a la manera de Roland Barthes), es la producción de “Infancia proyectada” que da el flechazo a la sensibilidad. Creo que el gran mérito, y esto lo digo más como fotógrafo que como curador, el gran mérito de un artista creador de imágenes es hacer que alguien se involucre en tu sentir, en lo que tú estás tratando de transmitir, sin que necesariamente esa persona tenga cercanía contigo o esté vinculado a ti o a tu temática. En este proyecto habla de la infancia, de la nostalgia y los vínculos con los padres y madres. Creo que todos podemos relacionarnos con eso, aunque sea el padre y la madre de otra persona. Sin embargo, eso no importa, Longoni logra involucrarte inmediatamente, con una gran sensibilidad. Hace mención al acto de su madre, al retratarlo de chico, a la intención también de poder capturar todos estos momentos con la proyección sobre los cuadernos de la infancia, y ahí tienes ese doble de nostalgia espectacular. Puedes leer una frase muy sencilla para la cabeza de un niño que es “mi papá lindo”, simplemente es muy rotundo, es algo maravilloso.
Longoni enfatiza que la esencia verdadera se encuentra en la investigación que precede al mágico instante del disparo. Y fiel a eso, durante años, compartió su arte a través de talleres sobre la creación de ensayos fotográficos:
"Cuando arrancamos nuevamente con Proyecto Calle, luego de la pandemia, hubo un fotógrafo profesional que se acercó a conocernos y nos regaló su tiempo para ver aquellas primeras fotos. Luego nos mandó varios libros y catálogos, nos becó y pudimos tomar clases con él, escribió y habló sobre el Proyecto en varias oportunidades, pero, sobre todo siempre estuvo alentando nuestro trabajo. Ese es Eduardo Longoni y nos emociona saberlo amigo… con respecto a la muestra, Fotos Inconclusas, a mi me gusta mucho ver este Eduardo. Alejado de sus fotos conocidas e icónicas, donde podemos espiar otra visión de su vida, más allá de la realidad diaria. Si, me gusta y mucho este Eduardo Longoni." Guillermo Galinetti de Proyecto Calle
Convivo con las fotografías de Longoni como si fueran parte de mi propia historia. Las imágenes de su infancia, proyectadas sobre sus cuadernos escolares, son un recordatorio constante de la belleza de los recuerdos y de cómo el pasado puede dialogar con el presente de manera tan poética. Siento una conexión especial con esos momentos capturados, una mezcla de nostalgia y ternura. Estas emociones son compartidas por mis hijas y por quienes visitan nuestro hogar. Recuerdo claramente el día que le comenté a Eduardo que había colgado sus fotos en casa. Su respuesta fue: "¡Qué lindo, vas a convivir con mi infancia!" Esa frase resuena en mí cada vez que admiro las imágenes. Es fascinante saber que estoy compartiendo un fragmento de su historia personal. Hasta el 22 de agosto están todos invitados a vibrar esa experiencia.
Eduardo Longoni
Fotos inconclusas
Hasta el 22 de agosto del 2024
De lunes a viernes de 15 a 19hrs
Galería Phuyu
Esmeralda 986 - CABA