Más allá de las referencias formales con las que Pablo De Monte dialoga en sus obras a través del tiempo, tal vez lo que prevalece como elemento recurrente tiene que ver con el misterio que el artista incrementa a través de la provocación del deseo. Los elementos cuidadosamente desconectados generan un extrañamiento que señala la existencia de un algo oculto. Aquello que está un poco más lejos de lo que alcanzamos a mirar. Aquello que es velado pero cuya existencia conocemos -o imaginamos-, genera, en términos lacanianos, el deseo. Es deseo de aquello que falta pero que, para preservar su condición deseable, no debe satisfacerse.

En esa relación con lo ausente, se integra la serie de pinturas "Donde termina el bosque": La referencia  a un lugar indeterminado, acaso inexistente. Como continuación de la serie "La cosa detrás de la imagen", que De Monte exhibió en 2011 en Jacques Martínez, ahora presenta, en el mismo cuarto piso de Av. de Mayo, una segunda parte en donde sus dos personajes -masculino y femenino- profundizan su ocultamiento en aquel paisaje pop-metafísico. Una enorme cabeza de mujer, da la espalda mostrando su peinado Op art, y mira hacia el interior de la pintura indicando que allí hay un inalcanzable para el espectador. La cabeza del hombre, tapada por una forma molecular negra hace explícita la veladura. Y, los bosques de donde salen conos como prolijas explosiones cinéticas, vuelven a activar el misterio como una carnada para el deseo. Los inalcanzables son expuestos a través de los títulos de las obras, las chorreaduras de pintura que el artista deja como señuelos, los colores, o las formas que flotan tapando una parte de la composición.

De Monte vehiculiza el deseo a través de la mirada inducida por sus personajes. Ellos aguardan expectantes en ese tiempo detenido y espían, e incluso alcanzan a ver, ese lugar, en donde termina el bosque. 

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"Donde termina el bosque" - Pablo De Monte

Hasta el 30 de marzo.

Jacques Martínez

Av. de Mayo 1130, 4to G

Lunes a viernes de 14 a 20 hs.