Nota publicada online
Desireé De Ridder presenta una cautivante instalación en Elsi del Río Arte Contemporáneo hasta el 27 de octubre, que invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida animal por medio piezas de cerámica, frágiles como el equilibrio natural.
El mundo está en peligro y son los habitantes del mundo animal y vegetal quienes primero lo advierten.
Creados, modelados, pintados y cocidos por Desirée De Ridder, estos atentos y mágicos seres de cerámica inician su colorido éxodo, trepados a inhóspitos y grises bloques de cemento, desde la galería Elsi del Río, en busca de un mundo mejor porque en éste ya no hay lugar para ellos. El hombre arrasó con su hábitat. (Y con el propio aunque aún no lo advierta).
Lanza en mano, un hombre cactus montado sobre su equino cactus inicia la travesía. Lo siguen una pareja de flamencos, las llamas y las liebres, los peludos y las mulitas, las lagartijas, los insectos, y los horneros. Todos ellos unidos, se protegen unos a otros, salvan lo mas preciado, su esencia. Un sapo lleva a cuestas un nido y una mara rescata una lagartija. El ciervo con su manto de líquenes y el león acorazado cubren la retaguardia.
De Ridder sale del lugar cómodo de lo decorativo y, con este éxodo, encara una acción política. Se éxodo es un dramático grito que nos obliga a escuchar nuestros silenciados sentimientos.
Marcela Costa Peuser