Nota publicada online
Desde el punto más austral de nuestro territorio, desde la Tierra del Fuego, donde las noches son largas, el clima inhóspito y la espera es una constante, brilla la luz del MAF para dar visibilidad a los artistas de la región.
En esta segunda edición la curaduría de Ana María Battistozi puso de relieve la importancia del proyecto, afianzando un proceso que nació con la decisión política de sus autoridades y tuvo el acompañamiento del trabajo, apasionado y profesional, de sus artistas, lo que dio por resultado una magnífica y enriquecedora experiencia.
Bajo el lema “El sur…una luz”, treinta y dos proyectos, guiados por la experimentada conducción de la curadora y el impecable montaje de Fernando Brizuela, bajo la coordinacion general de Gustavo Groh, reflejaron la excelencia de la producción artística de la región, que se repartió en distintos puntos de la bella ciudad.
Una instalación perfomática del Grupo Hauk inauguró la actividad, para lo cual convocó a los espíritus del bosque, corporizados en los trabajos de estos jovenes artistas fueguinos -que estudian en Buenos Aires- iluminando la foresta con un juego de espejos, luz y sonido que crearon una vivencia tan mágica como cautivante.
Ushuaia, plena de contradicciones y maravillosa naturaleza, es un confin, con todo el misterio que constituye estar en un límite del mundo, que invita a la intimidad, la introspección y el aislamiento, tan gozoso como temido.
Frente al presidio, dos casitas típicas alojan instalaciones que pueden espiarse a través de sus ventanas.Elsa Zaparartnos permite, a la luz de su recuerdo, retroceder a su infancia y mirar a través de sus ojos. Patricia Viel, de Santa Cruz, con su intervención, revela la fuerza de los habitantes del sur: la casa es invadida por la sombra de la noche, como aquella noche lejana en la que su tatarabuela, a punto de dar a luz y huyendo en medio de un conflicto, es alcanzada por una bala en la pierna; el bosque se convierte en refugio y a la vez en tumba de su hijo y de su pierna. Corajuda, decide nunca más abandonar el lugar al que fecunda con nueve hijos más.
En el antiguo presidio nos recibe una instalación de Santiago Pastorino Cané: Sugerentes probetas, con aguas bellísimamente coloreadas con diferentes deshechos vertidos en el Canal de Beagle, que el artista exhibe como una muestra del altísimo grado de agresión del hombre con una naturaleza que, sin embargo, se resiste, convirtiendo lo desagradable en brillante suspensión proyectada delante del film de Coca Sarli, que hunde sus exuberancias en las transparentes aguas australes.
Con su instalación video-performance, “El regreso” José Luis Miralles, a la manera de cajas chinas, habla de la imposibilidad de escapar al destino. En uno de los pabellones que conserva toda la carga energética de lugar de castigo y encierro, nos recibe una impactante instalación sonora proyecto de Carla Tanco, que conceptualmente propone un rumbo para el cambio: las voces amigables de distintos escritores fueguinos aquietan con su poesía y su luz a los gritos enloquecedores del viento patagónico.
Atravesar otro de los pabellones implica sumergirse en pequeños mundos, tan domésticos, inabordables o simples como el que representa una riña de gallos, lúdico y sangriento divertimento de los pobladores originario; el que retrata Fernanda Rivera Luque con magistral técnica fotográfica y un contundente montaje y que pone el acento en las causas defectuosas que paralizan los cambios y transformaciones sociales.
Las intervenciones urbanas también tienen su espacio en el MAF: Nancy Pardo nos insta a preservar el bosque majestuoso del fuego; elGrupo Escaleno intenta hacer presente a los antepasados originarios a través de 15 figuras estampadas en distintos lugares de la ciudad. Finalmente elGrupo Lem, ilumina con su impronta confiada y entusiasta. Estos jóvenes estudiantes del Centro Polivalente de Arte, imprimen sus autorretratos de colores puros y saturados dejando en claro que son la nueva generación fueguina; dotados de una nueva visión son capaces de encandilar con su luz y generar los cambios necesarios en esta nueva construcción identitaria que propone el MAF.
El Sur, una Luz…….
¿Qué es aquello que brilla a la distancia?, El interrogante atraviesa los siglos y ha intrigado desde los navegantes del siglo XVIII a los hombres de las últimas décadas que buscaron un futuro promisorio. De los fuegos Yámana a los faros de las costas y las luces de las fábricas; la luz del Sur ha sido a la vez un enigma y una ilusión. Fantasías y realidades la rodean y ese caudal, con sus contradicciones ha sido central en las reflexiones que pretendió suscitar el MAF 2012. Apenas un punto de partida, un eje aglutinador para que cada artista se inscribiera en él desde la perspectiva de su propio proyecto creador.
AMB
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El Mes de Arte Fueguino es una iniciativa del Gobierno de la Ciudad de Ushuaia, la Provincia de Tierra del Fuego y el Museo Marítimo Ushuaia para darle visibilidad a los artistas de la región. Para esta edición se convocó a Ana María Battistozzi como curadora general, la coordinación general de Gustavo Groh y el diseño de montaje de Fernando Brizzuela.