Nota publicada online
Tres artistas cordobeses exhiben sus obras en la Galería Francisco Vidal de la Casa de Córdoba en la ciudad de Buenos Aires, hasta el 15 de diciembre.
Ariel Archina, Fabio Egea y Alejandro Niz son amigos y comparten el goce por la pintura, cada uno con su propia impronta y notable factura.
“Apelar a la vigencia de la pintura no busca ningún gesto nostálgico o romántico en pos de un heroísmo del caballete, se trata de un gesto actual y potente que busca superar los planteos dicotómicos permitidos como aquellos que separan el naturalismo de la abstracción, así como ciertas entelequias posmodernas, donde el lenguaje de la pintura es vinculado al género clásico o en su variante rupturista al moderno,” declaran los artistas. ”Partimos de una propuesta plástica contemporánea, que apela al lenguaje de la pintura como dispositivo vigente”.
Ariel Archina (Córdoba, en 1973), es dibujante y pintor y, desde sus inicios, se caracterizó por ser un pintor realista; sus figuraciones y sus naturalezas muertas, resueltos con una técnica impecable, nos remiten a los clásicos pintores académicos.
Hace 10 años decidió pintar su propio mundo. Un mundo más cercano, a partir de situaciones cotidianas que se graban en su retina, con la particularidad de estar movidas o con un encuadre poco habitual. Parte muchas veces de fotografías que él mismo capta y logra efectos que atrapan la atención del espectador porque se vuelven inquietantes.
En sus últimos trabajos comenzó a explorar nuevos soportes como por ejemplo sobre tetrabrik, cajas con forma de tetraedro de cartón, plástico, polietileno y aluminio utilizadas para envasar el vino. Son las cajas de vino que compartió con amigos, o de amigos de sus amigos. Comenzó a pintar una y se entusiasmó con el resultado y la obra cobró una nueva dimensión. Una obra en particular de esta muestra está conformada por 119 piezas unidas entre sí.
Fabio Egea (Córdoba 1964) se trasladó de niño a España, donde estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid y continuó su formación junto al escultor Bethancourt. Regresó en 1983. Fue taxista, soldador, librero y dueño de un videoclub, aunque nunca abandonó la pintura. Participó y fue distinguido en los más importantes salones del país. Es reconocido, entre otras cosas, por el exquisito manejo del color, la figura humana y el retrato. Su obra es autorreferencial, retrata imágenes e historias que lo conmovieron.
De formación académica, en los últimos tiempos trató de despojarse de ella, en busca de que “el oficio genere preguntas más que respuestas”. Trabaja el óleo, porque le interesa su huella, las pinceladas dejan su rastro. La juntada con los amigos en plena pandemia a través del zoom está reflejada en una de las obras que el artista presenta en esta oportunidad en Buenos Aires. Ahora busca “desarmar el retrato”, la figura sólo se insinúa y lo importante es el marco pictórico.
Alejandro Niz (Córdoba 1973), cursó sus estudios en la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. Ha participado de innumerables muestras, individuales y colectivas, a nivel nacional e internacional desde 1992 a la actualidad. Desde 2002 a 2005 se desempeñó como Coordinador General y Curador del Núcleo Cultural, un espacio multidisciplinar perteneciente a la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Córdoba. Durante esta función curó más de 80 muestras de autores nacionales y extranjeros de gran prestigio. Durante el 2005 coordinó el relevamiento estético de la Iglesia de Los Capuchinos (Córdoba), obra de Augusto Ferrari, a pedido del artista León Ferrari.
La serie de dibujos y pinturas que presenta en la Galería Francisco Vidal, habla del mes de agosto en su Córdoba natal, un mes en que los fuertes vientos combinados con grandes sequías producen incendios tremendos. Son obras de pequeño formato, técnicas mixtas, en las que utiliza tintas, óleos, dorado a la hoja y lápiz, tanto sobre papel como sobre lienzo se distinguen por su paleta calma y su delicada factura. Muchas veces parte de obras clásicas que él re inventa a partir de su propia historia.
Cada uno con un estilo propio, Ariel Archina, Fabio Egea y Alejandro Niz, se reconocen contemporáneos y deleitan al espectador con esta verdadera oda a la pintura. Muy recomendada!