Galería Francisco Vidal - Casa de Córdoba
Callao 332, CABA
De lunes a viernes de 10 a 17 hs.
Del 9 de Noviembre al 15 de Diciembre se presenta la muestra de Ariel Archina, Fabio Egea y Alejandro Niz en la Galería Francisco Vidal de la Casa de Córdoba.
Partimos de una propuesta plástica contemporánea, que apela al lenguaje de la pintura como dispositivo vigente. Justamente la particularidad de la muestra, el hilo conductor será el color, la imagen y el obrar pictórico de tres estilos diferentes pero coetáneos. Que además de convivir en su materialidad, lo hacen también en la esencia poética de una generación que trasunto las postrimerías del siglo XX y los albores del siglo actual.
Apelar a la vigencia de la pintura no busca ningún gesto nostálgico o romántico en pos de un heroísmo del caballete, se trata de un gesto actual y potente que busca superar los planteos dicotómicos permitidos como aquellos que separan el naturalismo de la abstracción, así como ciertas entelequias posmodernas, donde el lenguaje de la pintura es vinculado al género clásico o en su variante rupturista al moderno.
Si, está claro que la pintura como lenguaje histórico fue perdiendo su vitalidad ante la más media, la reproducibilidad técnica; y la desmaterialización del objeto artístico en el proceso de reducción icónica operado desde mediados del siglo XX. Pero igualmente antes que el siglo terminase las manifestaciones de la pintura volvieron a resurgir en ámbitos como Alemania, Italia, España y EEUU.
Hoy la pintura cotiza como lo hace en los principales remates del mundo, de hecho, en plena pandemia demostró ser un baluarte del mercado del arte mundial, nunca dejó de ser parte de la economía política de lo simbólico, es más, se ha expandido a otras formas y obrares como los del Street art y el muralismo.
Lo que la hace vigente es su poder comunicativo y expresivo, su capacidad de ser comprendida de ser contemplada, de ser interpretada en su totalidad, más allá del talento del artista, ya que hay bueno pintores si, pero no todos son artistas.
Y también en su capacidad de ser valorada como obra, si cierra, si llega, más allá del lobby que por ella se realice. La obra permanece y esa es una capacidad histórica del lenguaje todavía vigente, en un mundo donde la tecnología lo arrasa toda la imagen pictórica navega por internet como cualquier archivo, solo que el original está hecho a mano.