Onírica, la serie de Paisajes “Manantiales” o “Lands of color”, según la denominó la prensa Neoyorkina, explora el paisaje moderno a través del color y la luz.
La esencia de la naturaleza, el sol ardiente enmarcado fuertemente para que nada más exista. Borrosas y altamente saturadas, estas obras cuentan su historia a través de intensos contrastes de tonos atmosféricos. Es más una colección de formas y luces que cualquier cosa que refleje la realidad que uno esperaría ver.
Algunas fotografías se difunden tanto que se fusionan con la abstracción. En estas piezas, evito cualquier significante fuera del color, llegando incluso a eliminar la línea del horizonte. Solo un cierto indicio de cómo el amarillo parecido al sol se desvanece en naranja le permite al espectador saber que son, de hecho, paisajes. Más que una realidad me interesa expresar grandes emociones humanas como el éxtasis y la armonía.
Podría sintetizarla en una frase del pintor norteamericano Mark Rothko ..."mi arte es abstracto, vive y respira", no va a dejar insensible al espectador, busca el alma de quien contempla el cuadro".