Un mundo entre la realidad y la ficción en la que cuerpos se funden y entrelazan con la vegetación. La toma realizada con fotografía analógica y luego de un arduo trabajo de laboratorio, tanto con película B&W como Polaroid, en la yuxtaposición de negativos resultan imágenes insinuantes de belleza en de los rasgos de un rostro,la insistencia sensual de la aproximación a los accidentes de la piel, la candidez de un cuerpo desnudo, el roce de dos torsos o la dinámica de un brazo tatuado remiten al canon de belleza prerrafaelista, a un decadentismo sugerente.