Nacido en Buenos Aires, 1969
Arquitecto, Director de Arte y Artista Plástico.
Dibujo desde que tengo uso de razón, siempre fue el primer divertimento al alcance de mi mano. De pibe, solía pasar muchas horas en la fiambrería de mis viejos, en el popular mercado “Urquiza”, un lugar mágico lleno de amigos, cosas inimaginables y posibilidades de diversión. Estar metido de cabeza en ese templo del trabajo y la productividad despertó en mí la idea de hacer alguna changa para pagarme los vicios.
Mi primer trabajo fue de “cuidador de jazmines¨. Sólo una tarde vigilando el improvisado puesto de mi amigo florista bastó para que vendiera toda la mercadería al simpático y tierno grito de…”jazmines señoraaa”. La paga no podía ser mejor, una vez por semana íbamos con mi amigo florista al kiosco de revistas y elegía mi favorita. Qué momento glorioso! Al terminar la temporada, cambié de rubro, esta vez desplegué todo mi talento al servicio de la gastronomía… Ayudante de mozo en la vieja Giuzzepin, una pizzería clásica pegada al mercado.
A mis viejos, esto de que trabajara bajo patrón, dejó de causarles gracia. Fue así que me contrataron en la empresa familiar como gran rayador de queso provolone. La paga no era tan buena como en mis trabajos anteriores pero estar entre mis viejos, no tenía precio. Una tarde durante un momento de relax hice uno de mis dibujos habituales, técnica mixta, birome sobre papel de almacén. Un dibujo trabajoso, paisaje de Urquiza, lleno de situaciones, hasta un pibe vendiendo jazmines. Un chistido me distrajo, la clienta chistadora me miró, miró atentamente el dibujo y me dijo… ¨Qué lindo, hay muchas cosas que no había visto… Me lo vendés?, Cuánto cuesta?¨. Vendí ese dibujo y varios más. Hoy con la perspectiva que dan los años, puedo decir que a esos primeros clientes les gustaban mis dibujos porque veían cosas que no sabían que estaban, a las que no les habían prestado atención. Hoy busco con mi obra rescatar ese espíritu, trato de registrar detalles, olores, situaciones, sonidos, palabras, recuerdos, esas cosas que se nos pueden pasar por alto u olvidamos, tratando de no perder la mirada de ese pibe que vendía jazmines.
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