Pablo Reinoso es un artista y diseñador franco-argentino. Nació en Buenos Aires (Argentina) el 8 de marzo de 1955, y vive y trabaja en París desde 1978.
Originalmente un escultor pero esencialmente un artista, Pablo Reinoso ha practicado el arte de diferentes maneras desde una edad temprana. Creó su primera escultura a los trece años y su primera escultura de banco a los quince, pero a los seis ya había hecho sillas y estanterías, e había inventado carretas que derribaban las laderas de la Plaza de Francia en Buenos Aires.
Nació de una madre francesa en Argentina y se estableció en París en 1978. Su amor por su abuelo francés, un hombre culto, amante del arte, despertó su curiosidad por los inventos humanos de todo tipo y lo atrajo a aprender cómo usar herramientas de carpintero. De su maestro de escultura obtuvo su gusto y respeto por los materiales nobles y el trabajo implacable. Obtuvo una beca para aprender técnicas de mármol en Carrara, y así se libró de la violencia de la dictadura argentina. Decidió establecerse en Francia.
Pablo Reinoso trabaja en series que atraviesa, tritura y hurga para explorar diferentes mundos y materiales. Como podría suceder potencialmente con cualquier serie, las suyas siempre son abiertas, transmitiendo el trabajo permanente en progreso que constituye su forma de pensar. Después de haber extraído de materiales nobles series tan coherentes y sólidas como les articulations (1970-1980) [Articulations (1970-1980)], les paysages d'eau (1981-1986) [Landscapes of Water (1981-1986)], o la découverte d'Amérique (1986-1989) [El descubrimiento de América (1986-1989)], Reinoso desechó estos materiales y se aventuró en otros caminos. Comenzó una serie de trabajos de respiración (1995-2002) hechos de tela y aire. Al apropiarse del espacio arquitectónico ubicado entre la instalación y el minimalismo, juega con la precariedad de nuestra existencia para evocar el cuerpo, la insistencia del impulso, la vida y la muerte.
El punto culminante de este período es una instalación muy llamativa en una capilla que actúa como sala de exposiciones para el Museo de Arte Moderno de Bahía (Brasil) en 1996 (1996). Doscientos respiradores inundan la atmósfera sonora y golpean los ojos con los colores de los orixás, deidades africanas que formaban parte del sincretismo religioso de los esclavos. A través de la mezcla de culturas, las virtudes de la encrucijada, caminos inesperados que unen géneros, la historia nos confronta con el tiempo, y la respiración se refiere insistentemente a la existencia humana.
La instalación Ashes to Ashes (2002, Casa de Américas, Madrid) marca un punto de inflexión en el viaje de Pablo Reinoso; estalla el objeto de trabajo, refiriéndonos a proyectos precursores anteriores en su obra. En la década de 1980 ya había creado dos instalaciones definitorias, La mer de Charbon (Mar de carbón) y Une proue pour la démocratie (Una proa hacia la democracia), donde estaban presentes tanto la relación con los espacios arquitectónicos y urbanos como un componente político. En Ashes to Ashes, Pablo Reinoso continúa su reflexión sobre el tiempo, la fragilidad de la certeza y la fugacidad del orden establecido, aunque de una manera más madura. Trabaja con tableros de madera que gira y rompe para liberarlos de su función. De esta manera, nos introduce a la cuestión de la pérdida y, por lo tanto, señala algo de la adaptación intrínseca imposible de los seres humanos a su mundo.
Continuando con este enfoque pero habiendo experimentado, mientras tanto, una intensa experiencia en el mundo corporativo como director artístico y diseñador, en 2004 abordó una serie en la que destacó un icono del diseño industrial: la silla Thonet. Coloca este objeto funcional y paradigmático en el centro del trabajo mientras le quita su función, lo que le proporcionó a la silla Thonet un objetivo y una razón de ser. Crea composiciones complejas que, por humor y burla, nos enfrentan con la falta, la impotencia esencial de los seres humanos. Basado en estas esculturas, produjo videos donde Blanca Li, una bailarina a la manera de Buster Keaton, usa la comedia para llevarnos de la impotencia a lo imposible, encontrando una forma original de lidiar con eso.
Posteriormente, Pablo Reinoso tomó bancos públicos de diseño anónimo como punto de partida para su reflexión. Estos bancos cruzan culturas y tienen algo de obsoleto y desactualizado sobre ellos. Nombrados Spaghetti (desde 2006) [Spaghetti (desde 2006)], comienzan a proliferar y a encontrar su lugar en los espacios más diversos. Una vez más, el artista está explorando el objeto-asiento. Sin embargo, esta vez ya no es el objeto, sino la materia, la que se libera de su función para reanudar su camino de madera, árboles y vegetales. Reinoso presenta bancos que, habiendo cumplido su función de muebles, se convierten nuevamente en ramas que pueden crecer y trepar. Ya no están al servicio de una función, sino que recuperan su vida y su condición. Podríamos decir que se revela el deseo de las tablas de madera; que se entregan y se divierten mientras hacen lo que se espera de ellos: ser un banco. Por lo tanto, por fin pueden expresarse libremente abrazando la arquitectura, deambulando por lugares, explorando huecos y dando rienda suelta a sus caprichos.
Finalmente, en su última serie, Les Scribbling Benches (à partir de 2009) [The Scribbling Benches (desde 2009)], en lugar de un banco anónimo o una silla icónica, Pablo Reinoso utiliza un material, una viga de acero, como punto de partida. Es lo inesperado de la pesadez, destinado a estructurar la arquitectura, lo que se tuerce como una cuerda para crear un banco y dibujar espacios claros, transparentes y contemplativos.
Habiendo estudiado arquitectura, pero siendo multifacético, curioso y, a menudo, autodidacta, Pablo Reinoso siempre se ha extendido entre disciplinas (escultura, fotografía, arquitectura, diseño). Él ve estos diversos campos como muchas formas diferentes de leer el mundo y conversar con él; de crear y abordar desafíos. Una característica constante en su trabajo es su inclinación por cuestionar, subvertir, usar materiales u objetos contra su grano, unir los opuestos y jugar con los límites de la imposibilidad. Sin embargo, siempre toma caminos imprevistos y desconcertantes con un toque de humor y burla, es decir, con mucha seriedad y convicción.