Claudia Lucini, nacida en Buenos Aires, es de ancestro itálico.
Es licenciada en publicidad y psicología, pero una persistente vocación por la pintura la hizo acudir a diferentes talleres en los años noventa con Pablo Bobbio, hasta nuestro siglo en el que ha sido su principal mentor Marcelo de Angelis.
Desde 1992, viene exponiendo sus obras tanto en la Argentina como en el exterior.
Asombra la capacidad energética de Claudia, ya que sabemos que todo arte es energía liberada, y para liberar esa energía es preciso tenerla en abundancia.
El registro temático de Lucini es amplio y no desdeña ni la figura humana ni las aves ni los animales de campo.
Lo que a mi más me interesa destacar es el tema de los contrastes lumínicos….
Hay un trabajo a contraluz que envuelve el paisaje en un clima de misterio, que aunque apartados en estilo me recordaron las reflexiones de Pettoruti , cuando afirmaba que el verdadero misterio del arte no esta en las sombras, sino en la luz.
Es por esta característica que ubico a la pintura de Claudia Lucini mas allá de las apariencias, en una búsqueda de esencias, que nos dicen de un espiritu hondo que nos pide indagar en nuestra propia hondura para captarlo.