Marcelo Brodsky se formó como fotógrafo durante su exilio en Barcelona, en los '80s. En el año 1997, edita y expone por primera vez el ensayo fotográfico Buena Memoria que recoge la evolución personal y colectiva de un curso de alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires, marcado por la desaparición de dos de sus miembros a manos del terrorismo de estado. La muestra del mismo nombre se ha expuesto entre 1997 y 2006 cien veces, en más de dieciocho países.
En la Feria del Libro de Buenos Aires de 2000 y el Centro Cultural Recoleta de la misma ciudad expuso Los condenados de la tierra, una instalación con libros que fueron enterrados por miedo a la represión durante los años setenta en Argentina. En 2001 editó y expuso Nexo en Buenos Aires, su segundo ensayo fotográfico expuesto al momento en cinco países. En 2002 realizó una instalación, con restos de bloques de granito que habían formado parte de la fachada de la AMIA, la cual fue expuesta ese mismo año en la Sinagoga de la calle Piedras y en el 2003 en la Plaza Houssay de la Ciudad de Buenos Aires, al cumplirse nueve años de atentado a la AMIA.
En 2003 editó Memory Works obra que reune piezas de Buena Memoria y de Nexo, y que fue expuesta ese mismo año en la Universidad de Salamanca y realizó la intervención Imágenes contra la Ignorancia cubriendo con su obra un monumento nazi en la ciudad de Hannover, Alemania. En 2006 editó Memoria en Construcción, el debate sobre la ESMA, reuniendo piezas de 60 artistas y las ideas sobre el tema de diversos pensadores y organismos de Derechos Humanos de la Argentina. Dicha obra fue expuesta posteriormente en Estéticas de la Memoria, en el Centro Cultural Recoleta, en la que actuó como curador. Es miembro del organismo de Derecho Humanos Buena Memoria y de la Comisión pro Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, que se ocupa de supervisar la ejecución del Parque de la Memoria por los desaparecidos y asesinados durante la dictadura militar.