Inauguración 03.05 19 hs.

El anacrónico fuego propició desde los albores de la humanidad el arte de domesticar la naturaleza al servicio de los impulsos más mundanos que se nos puedan ocurrir. Pero mucho antes, el fuego nos proveyó la vida aeróbica a través de los poderes celulares de la combustión del oxígeno. Aunque también, como por mágica acción simétrica, nos retornó al espacio inorgánico mediante el ciclo de los elementos y la calcinación. No es de extrañar entonces que de su uso sesgado y caprichoso en la búsqueda de una poética visual, el fuego nos devuelva a través de la rueda de la fortuna del ciclo del carbono, el eco de un pasado que no fuimos, pero del cual intuimos participar. Huella de tizne, poética de una memoria molecular subjetiva, pensamiento gaseoso para una época cientificista que no cesa de echar humo sobre vanguardias artísticas que perviven a través del camuflaje de la imagen.

Texto Humo sobre vanguardias por Pablo La Padula, 2018

Sobre la muestra

Humo sobre vanguardias, exhibe la última producción de pinturas y dibujos realizados por la captura sobre papel del humo que desprende una vela domesticada. Esta serie de obras constituyen la labor de un año de trabajo donde se busca una síntesis formal y conceptual de una larga trayectoria en la indagación de las posibilidades gramaticales del humo en la construcción de una poética visual personal. En ellas el desecho de la combustión de la actividad urbana liberada a la atmósfera en forma de humo, (que da origen al término geológico de Antropoceno) es reutilizado para indagar sobre el azar y la necesidad estética en la búsqueda de un imaginario inconciente, enterrado en lo profundo del ser. En la exhibición, se han rescatado aquellos encuentros retinales que permitan repensar los conceptos de originalidad y pervivencia de la imagen, entendida esta como conocimiento empaquetado en formato visual. Así como en la practica científica, donde el investigador busca programaticamente referencias bibliográficas que espejen los hechos obtenidos para mapearlos en el gran atlas del conocimiento, estos registros de humo sobre papel, fueron oblicuamente elegidos para ir al encuentro de posibles filiaciones en el panóptico del arte. Las imágenes están seleccionadas acorde a su capacidad de reverberar sobre un fondo de vanguardias de comienzos del siglo XX. Pero este simple juego de semejanzas de superficies, parece no responder al simple azar de la mimesis. La imagen es consecuencia de una forma de movimiento entre el hacer y el pensar, que en este caso, dada la impregnancia en la cotidianeidad de una practica científica, deja entrever una tendencia a un protocolo de acción purista que pareciera ir al encuentro de una síntesis formal. Esta se expresa través de la reducción de variables plásticas a utilizar: humo y acuarela como variable del claro/oscuro una, y cromática la otra. Como si en el despojar, pudiera emerger el esqueleto o la mínima unidad funcional sobre la cual descansara la potencia de una obra. Esta estrategia, que tributa al quehacer científico de los últimos dos siglos, parece funcionar como un trampolín hacia un salto anacrónico que podría posicionar al espectador ante un fenómeno artístico de otro siglo.

Sobre el artista

Pablo La Padula, es Doctor en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, y desarrolla investigaciones biológicas en el Laboratorio de Hipoxia y Respiración Celular del Instituto Taquini, UBA -CONICET. Su producción científica ha sido publicada en revistas internacionales como Nitric Oxide, Brain Research, Hypertension, Journal of Applied Physiology, y Journal of Hypertesion Se formo en artes visuales con Alberto Goldenstein, Carlos Gorriarena, Eduardo Stupía y teóricos como Graciela Speranza, e Ines Katzenstein en la Universidad Torcuato Di Tella. Su obra ha sido integrada a la colección del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Buenos Aires bajo la dirección de Victoria Noorthoom, y ha sido expuesta en instituciones como MALBA, Fundación PROA, Fundación Fortabat, Centro Cultural Recoleta, Centro Cultural General San Martin, Palais de Glace, Centro Cultural Ricardo Rojas, Casa Nacional del Bicentenario, Centro Cultural Kirchner, y en el Museo de la Inmigración (Premio Braque 2017). En los últimos años ha desarrollado una activa plataforma interdisciplinaria entre arte y ciencia involucrando a prestigiosas instituciones educativas a nivel nacional.