Sonder es la epifanía silenciosa que surge en un instante fugaz, una revelación profunda que nos recuerda que cada ser humano que cruzamos en nuestro camino lleva consigo un universo entero. Es la percepción de que cada desconocido, cada alma que pasa a nuestro lado, vive una vida tan rica y compleja como la nuestra, llena de sueños, miedos, alegrías y penas. Es un despertar a la infinita red de historias humanas que se tejen y entrelazan, a la diversidad de experiencias que pulsan en el corazón de cada individuo. En su esencia, sonder es la poesía del anonimato, la maravilla de reconocer la humanidad compartida en cada mirada desconocida.

Cada caja que acompaña a las pinturas es una alegoría de ese universo personal que cada individuo guarda dentro de sí. Como recipientes de los secretos más profundos, las esperanzas más queridas y los recuerdos más vívidos, estas cajas representan el cosmos interior que cada persona protege y lleva consigo.

Así como las pinturas capturan momentos de calma y reflexión, las cajas nos invitan a explorar más allá de la superficie, a descubrir y valorar las profundidades de las almas que nos rodean. Al abrir estas cajas, nos conectamos con el misterio y la belleza de la existencia humana, reconociendo que cada ser es un mundo en sí mismo, lleno de maravillas y enigmas por descubrir.

Saliendo del caos y la vorágine de la gran ciudad, encontramos este refugio de calma y paz. Aquí, en la quietud del espacio pictórico, nos detenemos a contemplar y a conectar, reconociendo que en la serenidad se revelan las verdades más profundas y las conexiones más significativas. Es en este remanso de tranquilidad donde apreciamos verdaderamente la inmensidad de las vidas que nos rodean, cada una con su mundo interior interconectado con el nuestr

Laura Elliff

Curadora