Fundación Aguaribay presenta la exposición individual de Marina Curci Naturaleza curada por María Cuevas. 

El artista debe tener algo que decir porque su deber 

no es dominar la forma sino adecuarla a un contenido.

Vasily Kandinsky

Desde sus inicios como artista visual, Marina Curci (Buenos Aires, 1969) desarrolla un corpus de obra en torno a la naturaleza, a través de la investigación constante y atraída por el estudio del origen de las cosas. De esta manera, expande su imaginación cerca de los confines del universo indagando en paisajes inhóspitos teñidos de formas a veces imprecisas, y explora en espacios solitarios envueltos en vegetación en donde encuentra las sugerentes transformaciones de los cuerpos.  

Como una artista viajera, planifica su metodología de trabajo en incursiones que realiza por los paisajes blancos de la Antártida y/o del Ártico, hasta las inquietantes arenas del Sahara Occidental. Se apropia del elemento vital y de la materia prima, dado a que la génesis de sus representaciones es la naturaleza en estado puro. Es así que con hábil destreza traspone sobre el papel o la tela su estudio científico sobre el objeto. 

Ocasionalmente, fotografía para luego recuperar las imágenes; pero prefiere trabajar en forma directa, sin mediación alguna entre la abstracción y la literalidad nunca literal. Las trasparencias atrapan al espectador a través de veladuras superpuestas. El color como un latido se convierte en el aliado incondicional que ayuda a sostener la vibración.   

Esta exposición presenta un recorrido por los trabajos realizados en los últimos años que  plantean narrativas subjetivas del abordaje del hábitat natural. Obras más tempranas, como las de la serie En el Bosque, sugieren vegetaciones y semillas que a través de colores pregnantes transmiten múltiples sensaciones. En las series Abismo y Aire, la artista se basa en sus vivencias en el Círculo Polar Ártico, y muestra lugares en los que no se podría habitar con oscuridades y profundidades iridiscentes. En sus recientes trabajos de la serie Ecosistemasgenera un clima en que el desconcierto impregna la obra: vegetaciones con flores conforman jardines en contextos aparentemente ajenos a su origen. 

A la hora de pensar en un referente, Curci se identifica con el cineasta Werner Herzog, con el que coincide en sus búsquedas:

“esta es la clase de paisajes que intento encontrar en mis películas, los paisajes que sólo existen en nuestros sueños. Para mí un verdadero paisaje no es solamente una representación de un desierto o un bosque. Muestra un estado mental interior, literalmente un paisaje interior. Los paisajes de mis películas dejan ver el alma humana, ya se trate de la selva en Aguirre, el desierto en Fata Morgana o los campos petrolíferos en llamas de Kuwait en Lecciones de la oscuridad. Esta es mi verdadera conexión con Gaspar David Friedrich, un hombre que nunca quiso pintar paisajes per sesino más bien explorar y mostrar paisajes interiores (…).” 

La artista señala a la naturaleza como su fuente de inspiración porque es la que expande los límites de su explosivo mundo interior.

María Cuevas. Curadora

Inauguración: Viernes 1 de noviembre 18.30 hs.  Cierre: 20 de noviembre.

Abierto al público: miércoles, jueves y sábado de 17 a 19.30 hs.  o comunicarse con 02%ra.ude.edaese@saveuc.airam