La Casa Nacional del Bicentenario presenta, del 22 de agosto a las 19  El Mundo del Espectáculo, resultado de la residencia de artistas que se realiza en el marco del Programa Experimental. La dirección (artística) de la CNB comisionó al dúo Lolo y Lauti la deconstrucción de La sociedad del espectáculo (Guy Debord, 1967) y a Mariana Obersztern su curaduría.

Una serie de instalaciones pone en foco la espectacularización de la vida privada y de la vida pública. Entonces, de las obras aquí reunidas y dispuestas en secuencia performática, surge vislumbrado el vacío infinito en el que se sustenta la circulación de estas imágenes cuyo flujo  sucede a toda velocidad y fulgor, hoy, en su medio más sofisticado: las redes sociales, escenario que reduce tiempo y distancias a la vez que los convierte en insalvables.

El público podrá recorrer en el 1º piso de la CNB las nueve instalaciones que componen la obra de Lolo y Lauti, hasta el 29 de septiembre, de jueves a domingo de 16 a 20, con entrada gratuita.

Texto curatorial por Mariana Obersztern:

Desde que Guy Debord escribió su La sociedad del espectáculo y arrojó luz, a la vez que misterio, sobre la inevitable declinación del ser a expensas de su representación, no fueron pocos los artistas que abrevaron en sus aguas. 

A través de la presente exhibición, Lolo y Lauti conquistan su sitial en ese circuito irradiado por su estela, y lo hacen con una holgura profusa y carnal, ya que El Mundo del Espectáculo no se postula como un a partir de, sino que parece la consumación de una conversación que ya existiera previamente en estado de latencia. Es al expandir los estamentos de las nueve obras que componen la muestra, que Lolo y Lauti gestan un salvoconducto que los enlaza de forma directa con Debord, en una línea tan íntima como el teléfono rojo de Bruno Díaz podría serlo.

En su mundo del espectáculo conviven el existencialismo bucólico de Andrea Politti, con el experiencial turismo aventura de Susana y Verónica. A mitad del recorrido nos encontramos frente a una evidencia: esas imágenes son como diademas; en el mundo de Lolo y Lauti todo conato de superflua ironía se licua para dar lugar a una honda veneración.

Mirko, un cronómetro en pulso real y última pieza de la muestra, nos despide devolviéndonos a nuestra sospechosa condición de espectadores, y librándonos nuevamente al regazo del tiempo, con alguna inescrutable clase de responsabilidad en nuestras manos. 

Sobre el proyecto:

Desde hace casi un año, la dirección de la CNB invita a los artistas y a la curadora a desovillar La sociedad del espectáculo (Guy Debord, 1967) texto y basamento conceptual para esta invocación tecno-estética, procurando delicadamente la alquimia entre Debord y los Lolo y Lauti. Tal como lo soslaya el texto curatorial, es la calidad de obra que produce el dúo Lolo y Lauti lo que propició la sinapsis con el texto de Debord. El objetivo institucional de esta residencia responde a: Impulsar artistas cuya trayectoria está a punto de expandir hacia el mainstream del circuito del arte contemporáneo. Fomentar nuevos lenguajes visuales donde la tecnología es vehículo y objeto de tal construcción conceptual y contemporánea. Alterar la declinación lineal que proclama distópicamente Debord, a partir de un hecho artístico y de invocación. Construir la identidad de la CNB a partir de la reunión de artistas de borde, cuya práctica trasciende a los lenguajes convencionales.