Fundación Andreani
Av. Pedro de Mendoza 1987
La Boca.
Fundación Andreani presenta dos exposiciones individuales, de Gabriela Golder y Amadeo Azar y una colectiva de Nicolás Gullotta y Ailín Grad, con curaduría de Alfredo Aracil. Podrán visitarse hasta octubre de 2023.
Los ojos desiertos es la exposición de Gabriela Golder que forma parte de Arrancar los ojos, un proyecto de investigación que la artista inició en 2019, a partir de los enfrentamientos violentos que tuvieron lugar en Chile, donde cientos de manifestantes sufrieron lesiones oculares llegando incluso a perder la vista en algunos casos. Atravesada por diversas preguntas en torno a esta práctica, la artista viene desarrollando una constelación de obras que tuvieron un primer episodio expositivo en la Bienal de Sharjah, en Emiratos Árabes y serán exhibidas en Museo Bogotá, Colombia, a partir del 17 de agosto en Fragmentos -el espacio creado por Doris Salcedo perteneciente al Museo Nacional- siendo la exposición en la Fundación un punto clave en el desarrollo de este cuerpo de obra de proyección internacional.
En simultáneo inaugurará la exposición individual de Amadeo Azar: Cinco movimientos para el vacío. La exhibición despliega un cuerpo de obra a través del cual el artista se propone repensar el lugar que ocupó el paisaje pampeano en la conformación de nuestra idiosincrasia, su implicancia durante la conquista y como pasó de ocupar el deseo en el imaginario de los colonos a convertirse en un espacio hostil e interminable siendo nombrado en ese momento como “el desierto”. A través de cinco composiciones musicales que Azar realizó para esta muestra, el recorrido por la sala se vuelve una especie de “circuito cerrado” donde pintura, música, cerámica envuelven al espectador.
Finalmente, se presenta una nueva edición de Desafíos, el ciclo de la Fundación Andreani que convoca a jóvenes curadores a exhibir proyectos curatoriales en los que estén trabajando o bien a pensar colaboraciones que los movilicen a desarrollar nuevas investigaciones y exhibirlas en el edificio de La Boca. En esta, su tercera edición, el ciclo presenta una curaduría de Alfredo Aracil: El demonio de la analogía, con obra de Nicolás Gullotta y Ailín Grad.
“Este proyecto ensaya algunos medios de confabulación para crear zonas de intelegibilidad entre lxs humanxs y el plástico. Abriendo un medio de comunicación con su imaginario de avatares mediático-narrativos, se trata de una tentativa de hacer contacto con una sustancia huidiza a la razón por cómo, a consecuencia de su transformismo inherente, pone en jaque las categorías más usadas para acercarse a la organización y el sentido último de la realidad. Totalidad y resto, el plástico en tanto que derivado del petróleo habla el idioma de las fuerzas geológicas y las placas tectónicas, amplificando el eco de las catástrofes pasadas, presentes y por venir”, anticipa Aracil en el texto curatorial.
Siguiendo la tradición inaugurada en 2020 con la apertura del espacio, las exposiciones contarán con un texto de ficción que acompaña cada muestra; una poesía de Mercedes Roffe en el caso de la exposición de Gabriela Golder, y un texto de Mariano Llinás para la exposición de Amadeo Azar.