En una nueva edición del ciclo que convoca a jóvenes  curadores a desarrollar y exhibir sus más recientes proyectos e investigaciones en la Fundación, Desafíos IV presentará a los artistas Elías Sarquis, Damián Sena y Juan Benitez Allassia en una exposición curada por Mariel Szlifman que se desarrollará en dos episodios, a inaugurarse en julio y noviembre.

Convergencias de un presente fragmentado es el proyecto curatorial del ciclo Desafíos IV, compuesto por una serie de instalaciones realizadas especialmente para la Fundación   Andreani. En una primera etapa, a inaugurarse el próximo 6 de julio, presenta a Elías Sarquis y Damián Sena. El proyecto continúa en noviembre con la exhibición de Juan Benitez Allassia. La exposición pone en relación a jóvenes artistas argentinos que provienen de la fotografía, el diseño y las artes audiovisuales y electrónicas. Una serie de relatos intermediales se despliegan en el espacio, proponiendo convergencias mediáticas: la postfotografía, el video y la inteligencia artificial se intersectan a través del diseño para instalar al visitante entre dispositivos sensibles, cajas negras, cartografías sonoras y ecos del paisaje.

Esta edición del ciclo Desafíos reúne prácticas artísticas tecnológicas que interpelan a un espectador activo a reinterpretar los paisajes expresivos extendidos en la sala de arte. La investigación curatorial hace foco en el dispositivo contemporáneo de exhibición —la instalación como montaje de obra— y en los desvíos tecnológicos producidos por los artistas que invocan, de forma sensible, creaciones híbridas, pasajes y desbordes propios de la era postmedial. En esta primera fase, Sarquis y Sena presentan en sus proyectos individuales una exploración sobre el ambiente urbano y natural expandiendo la imagen fotográfica digital hacia una representación temporalizada, una «imagen tiempo».

En Criaturas híbridas, Sarquis crea nuevos dispositivos, pequeños aparatos con IA dotados de una visión artificial configurable. Estas cámaras (diseñadas como prótesis corporales) son utilizadas previamente por “agentes dinámicos” (poetas, músicos, repartidores, comerciantes, entre otros) que capturan su entorno cotidiano urbano en un registro documental y construyen un archivo colectivo virtual. Estos aparatos realizan la traducción automática de imagen a texto, basándose en una programación compleja que incluye la personalidad de los agentes. Utilizando técnicas avanzadas de procesamiento de lenguaje natural y síntesis de voz, este conjunto de archivos procesados se presentan en la sala en una instalación sonora polifónica interactiva, una micro-instalación —donde aparece el registro de Sarquis a modo de autorretrato— y una video-proyección. Esta práctica postfotográfica se postula como una apropiación tecnológica, ingresando en su caja negra, en términos de Vilém Flusser, utilizando la inteligencia algorítmica y las redes neuronales artificiales, a la vez que problematiza la noción de autoría y tensiona la relación humano-máquina.

En Presencia, Sena realiza una bitácora conceptual de superficies sensibles de nuestro territorio en estado de urgencia. A través de viajes por la Patagonia, las sierras cordobesas, la costa atlántica y reservas ecológicas, postula preguntas ante los ríos, las rocas y las montañas. Estos elementos naturales son capturados fotográficamente y editados en postproducción como «narraciones picturales». La instalación Presencia se conforma por el diseño espacial de fotografías en distintos formatos y escalas, imágenes texturales casi táctiles —de un orden háptico—, un ensayo audiovisual y un libro de artista, creando relatos fragmentados presentados como ecos entre la imagen, el sonido y la palabra.

Convergencias de un presente fragmentado exhibe imaginarios afectivos desde un conjunto de instalaciones en las que los artistas ensayan, por medio de diversos soportes mediáticos, agenciamientos dentro de un presente inestable.

La exhibición podrá visitarse a partir del sábado 6 de julio de 2024 en Fundación
Andreani, Av. Pedro de Mendoza 1987, La Boca.