"La luz y el color están inextricablemente ligados. Un cambio en la luz puede transformar completamente un color, revelando su naturaleza cambiante y su capacidad para interactuar con su entorno."

Josef Albers

Iridiscente es una propuesta site specific de David Petroni diseñada especialmente para la sala del 6to piso del museo, en el marco del nuevo Ciclo MACBA Kabinet. El conjunto de obras presentadas tiene como gran protagonista una instalación de muro de 12 metros de ancho, compuesta por 36 piezas modulares, que sobresalen a modo de relieve geométrico. Cada faceta de estas “cajas” ostenta una paleta distinta: una de colores fríos, otra de colores cálidos, ambas trabajadas a partir de un sutil juego de gradientes y difuminados. Procedimiento técnico que se ha trasformado en un sello distintivo en el trabajo del artista. Las tonalidades empleadas y la fisonomía triangular de cada pieza, hace que tengamos que adoptar un movimiento pendular para poder apreciarlas por completo. Este ir y venir de nuestro cuerpo frente a la obra remite a los cambios de posición del sol y, por ende, a la variación de luminosidad a lo largo del día. Idea que se refuerza a partir de las distintas tonalidades que componen la instalación, remitiendo a la luz propia del amanecer y del anochecer. Un recurso visual similar se aplica en la imponente escultura de superficie zigzagueante que es otra de las piezas centrales de esta propuesta. El diseño expositivo se completa con dos telas grandes dimensiones, y una intervención de vinilo translúcido con delicados esfumados tonales similares a las de las obras volumétricas, lo que aporta una atmósfera absolutamente inmersiva. 

La exhibición apela a un espectador activo que debe moverse y desplazarse por la sala para poder apreciar el máximo potencial de los efectos que proponen las obras. De este modo, se podrá ver de qué manera las obras varían tanto en forma como en color, según el punto de vista que se adopte. La intervención sobre los vidrios refuerza el concepto lumínico que subyace a todas las obras, dada la inexorable interacción entre los dos elementos. A su vez, esta intervención sobre la vidriera potencia la idea de temporalidad, ya que su reflejo sobre el piso cambiará en distintos momentos del día, así como la intensidad de sus colores, según como incida la luz sobre ellos. Estas ideas se relacionan con una de las principales teorías de Josef Albers, en la que sostiene que el color es el medio más relativo del arte, dado que cambia constantemente según la luz y el contexto en el que se presenta. 

La muestra da cuenta de las principales búsquedas e investigaciones, tanto plásticas como conceptuales que Petroni desarrolla desde siempre, con énfasis en la teoría del color, su interrelación y relatividad; la transparencia y la superposición de capas translúcidas coloreadas, y su implicancia en la percepción visual. Otro factor central en la producción del artista, y que puede verse con claridad en esta propuesta, es su interés por tomar como referencia de sus planteos artísticos el espacio que los alberga. La relación de su obra con la espacialidad y la arquitectura que la contiene está íntimamente relacionada con su gran trayectoria en el mundo del arte urbano y el arte público. Los fenómenos lumínicos y la luminiscencia que logra a partir de la utilización de las difuminaciones de color, son de sus propuestas más novedosas e interesantes. 

Los espectadores al ingresar en la sala estarán inmersos en una atmósfera iridiscente. La iridiscencia es un fenómeno óptico que se caracteriza por la aparición de colores cambiantes en la superficie de un objeto y se produce debido a la interferencia de la luz que se refleja en las múltiples capas de un material. La variación en el grosor de estas capas o en el índice de refracción de la luz al atravesarlas causa la dispersión de diferentes longitudes de onda, creando así un espectro de colores que cambia con la perspectiva. Las paletas vibrantes de color y la sutileza de los esfumados que presentan estas piezas hará que los visitantes se sientan envueltos por luces coloreadas, teniendo sensaciones similares a los que pueden apreciarse en fenómenos naturales como el amanecer o el atardecer, incluso, experimentar algo similar a cuando observamos la mágica belleza de un arco iris. La maestría en el uso del color de Petroni es tal que sus obras a pesar de no contar con ningún componente mi pigmento brillante, logra ese efecto luminiscente y destellante. Sus obras parecieran emitir luminiscencia o un cierto tornasol, a partir del gran trabajo de superposición de capas de color, y según el ángulo desde el cual se las aprecie.

Luciana García Belbey. Curadora

Junio de 2024

Iridiscente de David Petroni

A partir del viernes 5 de Julio

MACBA

Av. San Juan 328 CABA